Se realizó la II° Conferencia de la FT-EI

Por la reconstrucción de la IV Internacional

 

Autor: FT

Fecha: 30/4/2004

Fuente: La Verdad Obrera N° 138



La semana pasada sesionó en Buenos Aires la IIº Conferencia Internacional de la Fracción Trotskista-Estrategia Internacional, rebautizada en la reunión como Fracción Trotskista-Cuarta Internacional (FT-CI), junto al lema “por la reconstrucción del partido mundial de la revolución social”. Participaron de la misma delegados de los grupos de la FT de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, México y de Europa, junto con un delegado observador de la JIR de Venezuela. Durante cinco sesiones se realizó un intenso debate sobre los cambios existentes en la situación internacional, una política ofensiva hacia la reconstrucción de la Cuarta Internacional y las tareas planteadas para los distintos grupos en el próximo período, partiendo de una definición de la FT como un “polo de propaganda teórico político y crecientemente práctico en lucha por la reconstrucción de la Cuarta Internacional”. En relación a la Iº Conferencia, realizada en el 2002, la reunión constató no sólo una consolidación y avance de nuestra corriente, sino los lazos entablados por los distintos grupos con sectores de avanzada del movimiento obrero, producto de lo que definimos como un incipiente giro en la situación de la clase obrera mundial. El sábado 24 se realizó la sesión abierta de la conferencia en la sede Ramos Mejía de la Facultad de Ciencias Sociales, con la participación de cerca de 800 compañeros. Respondiendo a la invitación realizada, estuvieron presentes compañeros de otras organizaciones que se reivindican del marxismo revolucionario: Ernesto González, dirigente histórico de la corriente morenista, actualmente integrante de la dirección del MAS; Gustavo Lerer, dirigente del PRS-La Causa Obrera, que leyó una carta de su Comité Ejecutivo e intervino en el debate y, a título individual, tres delegados al Congreso del MRCI, uno de los cuales, miembro de Progetto Comunista de Italia, dirigió la palabra a los presentes. Expresamos en estas páginas el informe de apertura y extractos de algunas de las intervenciones más destacadas de esta sesión abierta.

Argentina

Emilio Albamonte, dirigente del PTS (Extracto del informe de apertura)

Se abrió una nueva etapa

(...) El movimiento obrero que surgió de la posguerra, a partir de las derrotas y desvíos de los procesos revolucionarios de los ’70, entró en decadencia y empezó a perder conquista tras conquista, en lo que se llamó desde los años ’80 etapa “neoliberal”, casi sin lucha, porque las viejas direcciones que construyó la clase obrera en el período previo no estuvieron a la altura de las circunstancias.(...)
El proceso del neoliberalismo es la mayor contrarrevolución, sin necesidad de bonapartismo y fascismo que vimos en este siglo de extremos, como denominó al siglo XX el historiador Hobswawm (...) A decir verdad, en los últimos veinte años se produjo un gran retroceso del proletariado, y en especial en la década de los ’90, donde al colapso de los estados obreros dirigidos por el stalinismo, siguió una época de reacción, de guerras localizadas, como la de los Balcanes, en el Cáucaso, la primera guerra del Golfo, etc.; esas guerras que en los ’90 junto a crisis económicas y con democracia burguesa, permitieron seguir aplicando los planes neoliberales. En nuestro continente esos planes neoliberales terminaron de completar la obra que habían iniciado las dictaduras militares liquidando a toda una generación obrera, ya sea física o moralmente. (...)
Si esto es así, compañeros, nosotros tuvimos que desarrollar nuestra organización a nivel nacional e internacional en una época de furiosa reacción antimarxista. La tuvimos que desarrollar contra la corriente. Hemos tenido que tratar de volver al pensamiento y a la guía revolucionaria de León Trotsky casi en soledad política, mientras veíamos estallar una tras otra todas las organizaciones que se reclamaban del trotskismo y del marxismo revolucionario.
Felizmente, compañeros, esa etapa de retroceso ya pasó. Y en ese cambio de etapa hubo dos momentos. Hay un primer momento que es el ’95, con la gran huelga de los servicios públicos franceses, que marcó un primer punto de inflexión y empezó a cambiar la ideología derrotista impuesta en el movimiento obrero y en las masas explotadas del mundo. Estuvo acompañada por lo que se llamó “las guerras obreras de Coreas” y la tendencia a la huelga general que hubo en numerosos países de Europa en ese período ’95-’96. Sin embargo, esas huelgas generales y esos procesos no se transformaron en un ascenso de conjunto porque todavía estaban muy cerradas las brechas en las alturas y parecía que EE.UU. se transformaba en una potencia sin igual (y en cierto sentido se transformó en una “hiperpotencia”). (...)
En 1999, fue la juventud la que desde Seattle empezó a decir ¡basta!, en el movimiento conocido mundialmente como antiglobalización o no global, una de cuyas alas era anticapitalista. Un ala minoritaria de un movimiento más amplio, incluso formado en Seattle por la propia burocracia sindical norteamericana, con un programa confuso. Nosotros dijimos, y creemos que se sostiene aún hoy -los marxistas nos equivocamos muchas veces más de lo que acertamos en las caracterizaciones y en los análisis-, que en el ’99 se inició una etapa preparatoria. Preparatoria no sólo de un resurgir del movimiento obrero y de masas, o de las luchas antimperialistas, sino de un cambio transitorio en la subjetividad de las masas, donde el movimiento no global, con su ala anticapitalista, da luego lugar a las grandiosas manifestaciones de millones de personas en Europa contra la guerra en Irak, que para nosotros son parte de la respuesta de las masas al intento de Estados Unidos de reorganizar el mundo a su favor (...).

Un incipiente giro en la situación del movimiento obrero

Desde nuestro ángulo, las crisis capitalistas y el cambio en la subjetividad que significó el movimiento anticapitalista, el movimiento no global, el movimiento antiguerra, abrieron condiciones para lo que es el comienzo de un nuevo giro mundial del proletariado. Giro, aún incipiente; del cual aún es difícil definir su magnitud. En la Conferencia tuvimos que discutir país por país, para ver todos los elementos, no exagerar, para ser serios teórica y políticamente. Hay algunos fenómenos que son visibles, como los grandes procesos dirigidos por los sindicatos en Europa contra los recortes a la Seguridad Social en Francia o en Alemania. Y hay fenómenos nuevos, que son las huelgas “salvajes” que son las huelgas que se hacen contra las direcciones oficiales. Hay dos procesos de huelgas “salvajes” que para nosotros inician un proceso de recuperación del movimiento obrero. La huelga de los “postal workers” de Inglaterra que reunió hasta 20.000 trabajadores contra la dirección oficial del sindicato. Y la huelga de los transportistas de Milán, hecha por trabajadores de la vieja generación obrera que conservan todas las tradiciones, incluso “operaístas”, del proletariado italiano, y que transmitieron esa tradición a las nuevas generaciones (…)
En Latinoamérica, aunque aún no vimos revoluciones en el sentido clásico, presenciamos levantamientos y rebeliones. Pero aunque revoluciones en el sentido clásico todavía no hemos vivido, es porque las revoluciones en el sentido clásico del término necesitan, para desarrollarse, la subjetividad del proletariado. Y si la clase obrera recién comienza a desarrollar su subjetividad, es lógico que no haya habido revoluciones clásicas. Pero tenemos que decir que los procesos en Latinoamérica empiezan a incorporar por ejemplo, en el Octubre boliviano, elementos típicos de revoluciones clásicas. En Bolivia esto lo expresó simbólicamente el levantamiento de El Alto, donde confluyeron indígenas aymaras, muchos de ellos campesinos, con los mineros de Huanuni, que al declarar la huelga general, demostraron la potencialidad de la clase trabajadora para dirigir o codirigir a una gran parte del movimiento de masas, que los excedìa en amplitud. Desde ese punto de vista, cuando afirmamos que la etapa que se abrió en el ’99 es preparatoria, queremos decir que no la definimos solamente por las crisis capitalistas recurrentes o por las guerras unilaterales hechas por el imperialismo norteamericano sino también porque está en recuperación el actor con la capacidad como para dar respuesta a esos acontecimientos y conducirlos hacia la revolución obrera y socialista. Porque, demás está decir en un auditorio como este, que nosotros no somos islamistas, no somos zapatistas, no somos MST, aunque a muchos de estos movimientos los respetamos como luchadores. No somos tampoco anticapitalistas en general, sino que somos comunistas revolucionarios proletarios e internacionalistas, y desde este ángulo de clase queremos participar, sin ningún sectarismo, en los fenómenos tal cual se den (...)

La generalización de la resistencia irakí abre una situación transitoria

(…) Dentro de la etapa preparatoria señalada -y cuando hablo de etapa me refiero más al largo plazo- se abrió tras los atentados del 11 de septiembre una situación reaccionaria. La voladura de las Torres Gemelas fue utilizada por la burguesía norteamericana para desplegar sus planes de dominio de las rutas del petróleo y de reestructuración de la política de Medio Oriente. Como han dicho los neoconservadores, el intento de mantener un “nuevo siglo” de hegemonía americana. Se abrió entonces una situación reaccionaria dentro de la etapa preparatoria, que tiene como puntos culminantes la derrota de las masas en la guerra de Afganistán y en la de Irak. Creemos que en los últimos seis o siete meses con el desarrollo de la resistencia iraquí; y sobre todo en estas últimas semanas, esta situación cambió. Se amplificaron las diferencias que ya existían antes de la guerra entre las grandes potencias del mundo. Y cuando estaban buscando una solución para Irak, la resistencia se generalizó, cerrando la situación reaccionaria y abriendo en el mediano plazo una nueva situación que por ahora definimos como transitoria.
Y aquí tenemos una cierta diferencia con los compañeros del MRCI que plantean que ya es pre-revolucionaria a nivel mundial. Para nosotros es transitoria porque, si bien es cierto que los acontecimientos avanzan enormemente, que el imperialismo por primera vez se ve desafiado políticamente en Irak, aunque menos militarmente, todavía no es la lucha de clases lo que prima en la situación mundial. Pero acontecimientos de la magnitud de los que vimos en estos días, con el levantamiento no coordinado pero sí conjunto, de chíitas y sunnitas, ameritan que definamos a la situación como transitoria. Si habláramos del cortísimo plazo, de lo que los marxistas llamamos la coyuntura, podríamos decir que hoy toda la situación del mundo gira alrededor de los acontecimientos de Irak. Y también del plan que tienen Sharon y Bush para Medio Oriente (...)
Mao Tse Tung dijo, en un momento de exaltación, que el imperialismo era un tigre de papel. Es verdad que el imperialismo es una formación social pasajera y que se puede derrotar. Pero los marxistas sostuvimos sobre nuestros huesos la visión contraria a que es un tigre de papel. Y hoy el imperialismo no tiene sólo el ejército. Tiene un plan político que día a día lo trata de perfeccionar, y por ahora día a día le va fracasando. El último plan de Bush consiste en tratar de hacer un acuerdo entre los chíitas y los remanentes del partido Baath (...). Están tratando de que antiguos miembros del partido de Hussein reorganicen el ejército y la policía iraquí para continuar su plan original de establecer un gobierno títere y mantener la presencia militar con once bases para tener una fuerza de despliegue rápido en Medio Oriente. Un dato más, los Estados Unidos están utilizando a un señor de las Naciones Unidas, un argelino que se llama Brahimi, para concertar un nuevo gobierno con chíitas y sunnitas que pueda ser creíble frente a las masas.(...)
Pero este plan es -desde el punto de vista político- la cuadratura del círculo, ya que a él se oponen los pronorteamericanos como Chalabi, que dice que darle el control del ejército y la policía a los ex miembros del Baath es como haberle dado a los nazis el control del ejército alemán después de 1945... Estados Unidos está tratando, sin embargo, con su poder enorme, económico, político y militar, de cuadrar ese círculo. Pero es extremadamente difícil que estos planes triunfen, por eso la situación es transitoria. (...)
Tomado de conjunto, es muy probable entonces, que esta situación que llamamos transitoria por prudencia, devenga en una situación pre-revolucionaria a nivel internacional. Porque son contradicciones enormes que hacen al corazón de la política americana. Todavía el pueblo americano según las últimas encuestas electorales no está definido porque Kerry, el candidato demócrata, es una mala copia, y a veces a la derecha, del propio Bush.
Bush tiene una base social en la coalición cristiana y en las grandes corporaciones. Pero la población está dividida a la mitad, y si se desarrolla el levantamiento iraquí, esta base puede liquidarse. Incluso aunque triunfe Bush a último momento en las elecciones, este proceso continuará, así que lo más previsible en el próximo período es que la situación se transforme en pre-revolucionaria.
Para sintetizar, creemos que la situación es transitoria –aunque con elementos de situación pre-revolucionaria-, que hay diferencias en las alturas, que el terrorismo islámico es una expresión marginal, extremadamente distorsionada y monstruosa en los métodos para nosotros que somos marxistas revolucionarios, de una burguesía a la que están dándole con todo y a la que Norteamérica quiere dominar. Pero también que este terrorismo puede ser el anticipo de fenómenos de clase, -y tenemos que recordar que en la historia el terrorismo, incluso en Rusia, siempre estuvo mezclado con los fenómenos de lucha de clases.
En este marco, le damos una importancia muy grande a los procesos que se dan en el proletariado. En Argentina, las tomas de fábricas, las experiencias de Zanon y de Brukman, recorrieron la vanguardia no sólo nacional sino de sectores de la vanguardia europea y norteamericana. Durante la visita que hicieron a Italia los obreros de Zanon, centenares de personas se interiorizaron de esos acontecimientos. Pero esos eran hechos relativamente aislados y pequeños. Lo que estamos discutiendo es si empiezan a desarrollarse procesos obreros más importantes. Si es así, será la hora de que nuestros grupos y partidos avancen cualitativamente en la reconstrucción de un partido mundial de la revolución social, que para nosotros es la Cuarta Internacional.


La lucha por la reconstrucción de la Cuarta Internacional

Toda la discusión de la conferencia estuvo centrada en que tenemos que preparar esa organización revolucionaria internacional. Quiero referirme brevemente a una polémica histórica alrededor de la construcción de la Cuarta Internacional. En la discusión de Trotsky con Pivert, que era un dirigente del ala izquierda del Partido Socialista francés -que lideraba una fracción de obreros revolucionarios que Trotsky denominaba de “centro” o centrista-, Pivert le dijo a Trotsky que a nivel nacional se podía construir un partido pero que la Cuarta Internacional era prematura porque no estaban dadas las condiciones para su fundación (...) Trotsky le responde que para un centrista como Pivert es totalmente natural construir un partido nacional como el que acababa de fundar; pero que para construir uno internacional pone miles de condicionantes.
¿Quién tuvo razón, Trotsky o Pivert? Un pragmático diría que Pivert. Pero para nosotros, que no somos pragmáticos, sino marxistas, Pivert y todos los que decían que era prematura la fundación de la IV Internacional se equivocaron. (...)
Trotsky contra todos los que le decían que “no estaban dadas las condiciones”, funda en el ’38 la Cuarta Internacional. Si hoy podemos seguir hablando de trotskismo es debido a ese acierto histórico, que si lo medimos pragmáticamente fue un fracaso rotundo, pero que históricamente permitió la única continuidad relativa y débil, pero continuidad al fin, para que el proletariado no tenga que comenzar desde cero.(...)
Hay muchas organizaciones que se reclaman del movimiento trotskista y que no hablan de la Cuarta Internacional. Creemos que es un grave error (...) que no hay tarea inmediata más importante que poner en pie la Cuarta Internacional. Es decir, empezar a construir esa organización que no sea la sumatoria de partidos nacionales ni de ninguna tendencia. Nosotros somos una tendencia, pero les adelanto algo que vamos a discutir en las resoluciones. Discutimos en la Conferencia cambiarnos el nombre, llamarnos Fracción Trotskista-Cuarta Internacional, FT-CI, para indicar la relación que hay entre nuestro carácter de tendencia actual y nuestro objetivo de trabajar día a día, a través de Comités de Enlace, a través de fusiones, en las que vayamos hacia la reconstrucción de la Cuarta Internacional y de fuertes partidos marxistas revolucionarios, es decir, trotskistas, a nivel de cada uno de los países. Y en ese sentido hemos ido en forma fraternal y le hemos pedido a los compañeros del MRCI que vengan a esta reunión, y que tomen la palabra, si los compañeros que vinieron como observadores quieren hablar -lamentablemente nosotros no fuimos invitados a la reunión del MRCI- pero creemos que tenemos que discutir con todo aquel que luche por reconstruir la Cuarta Internacional cómo damos pasos en común.
Nosotros hemos discutido un método, que es crear Comités de Exploración con grupos con los que tengamos menos acuerdos, y Comités de Enlace con práctica común con los que tengamos acuerdos más importantes, con boletines de discusión en varios idiomas, donde haya no sólo una teoría común sino una práctica común. Lo venimos planteando desde hace años, no lo acabamos de inventar en esta conferencia, para ver qué pasos se pueden dar para avanzar en la reconstrucción de la Cuarta Internacional (...) Y para avanzar en ese proceso hemos discutido cómo establecemos métodos y bases principistas para hacer política hacia todas las alas del movimiento trotskista, y sobre todo a las que no tiendan hacia el reformismo, como es el Secretariado Unificado, que se llama de la Cuarta Internacional pero tiene un ministro en el gobierno burgués de Lula en Brasil, el ex camarada y actual señor Rosetto, que está nada menos que en el Ministerio de Asuntos Agrarios, es decir, negociando y reprimiendo cuando no va bien la negociación a los compañeros del Movimiento Sin Tierra.
Vamos a proponerles a todas las corrientes del movimiento trotskista, hacer una gran campaña en defensa del principio antiministerialista, que estableció el viejo Engels cuando Millerand entró en un gobierno burgués cuando se fundó la Segunda Internacional. Y ese principio, sostenido por la Tercera y por la Cuarta, demuestra que el SU está evolucionando lamentablemente al terreno del reformismo. Y también, los compañeros de Progetto Comunista lo conocen en Italia, donde el ala de Livio Maitán del SU es parte de la dirección de Rifondazione Comunista, un partido reformista que rompió con la coalición del Olivo, que tiene en su dirección a un hombre de las altas finanzas como Prodi, por diferencias sobre el prepupuesto, y ahora se está preparando para un nuevo acuerdo de gobierno con el Olivo. Por eso hemos dicho que los cuatro puntos que levantan los compañeros del MRCI nos parecen una condición necesaria, aunque no suficiente, para refundar la Cuarta Internacional. Porque no es sólo un problema de tres o cuatro puntos, o más, sino cuestión de una práctica en común y de que estemos dispuestos a que otros revolucionarios nos critiquen nuestra propia práctica. (...)


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Bolivia

Javo Ferreira, dirigente de la Liga Obrera Revolucionaria – Cuarta Internacional

La gran discusión que estamos planteando se refiere a la Cuarta Internacional, cómo poner en pie ese partido mundial de la revolución socialista y desde ese punto de vista la discusión radica en nuestra obligación que es construir una Internacional Comunista. Para construirla, lo central es ver cómo soldamos el marxismo revolucionario, las lecciones que dejaron los últimos 150 años de lucha de la clases, con el movimiento obrero. Entonces, es de vital importancia evaluar cómo está la clase obrera, para cumplir la tarea de fusionar el marxismo, para soldarlo con el movimiento real. (...)
Durante los ‘90 sólo vimos procesos de resistencia, por lo menos en nuestro continente, del movimiento campesino, indígena y de la clase obrera. Era derrota tras derrota. Me acuerdo cuando nos echaron de la fábrica, experiencias como la de la compañera reincorporada de Pepsico Snacks, eran impensables. Procesos como los de Zanón eran una utopía (...) Yo y muchos compañeros que estamos acá despertamos a la vida política en ese escenario de retroceso, donde muchos predicaban la muerte de la clase obrera (...).
En octubre, todos ustedes habrán seguido las noticias, el levantamiento fue superior a los tres previos que sacudieron Bolivia, tirando abajo a Sánchez de Losada. Hubo una enorme participación del movimiento campesino, de los Aymara, de los pueblos originarios, de los sectores populares en el Alto, La Paz y todo el país.
Pero a diferencia de los otros tres levantamientos hubo un elemento nuevo, que como marxistas debemos tener muy en cuenta: la intervención de 800 mineros de Huanuni. Fue algo muy impactante, ver cómo esos obreros, una ínfima minoría desde el punto de vista numérico, se convertían en parte de la vanguardia o comenzaban a cumplir un papel de guardia obrera en los enfrentamientos con el gobierno.
El proceso fue un levantamiento de contragolpes sucesivos. El levantamiento no se produce, como dicen muchos superficiales, simplemente porque la COB dijo: “Vamos a la huelga general” (...). La huelga no estaba funcionando, había sectores que se sumaban, otros que salían. El que logró articular el proceso de resistencia, todos los fenómenos de lucha que estaban dispersos, fue el gobierno con una brutal represión.
El 20 de septiembre, el gobierno asesina a cinco campesinos en un brutal operativo, generalizando el odio a todas las comunidades del Altiplano. La huelga que no había sido declarada, empezaba a aparecer en el horizonte, producto de la represión.
Declarada la huelga general, el 3 de octubre, la misma era irregular. En la ciudad del Alto protagonista de la insurrección, la huelga era acatada hasta las tres de la tarde. Luego no había más bloqueos y se regularizaba el transporte. El jueves y esto es extremadamente importante para calibrar la situación, a media hora de la ciudad del Alto se realiza una asamblea de esos 800 mineros, donde se discute cómo hacer para que la huelga funcione, para que el bloqueo nacional de caminos se generalice. Los mineros discutieron que había que plantearse una ofensiva contra las fuerzas de represión. El gobierno había puesto un cerco para evitar que lleguen a La Paz. Entonces deciden en asamblea que había que llegar a La Paz sea como sea. Cuando se produce un primer enfrentamiento caen dos compañeros y decenas de heridos. No se logra romper el cerco. Se hace una nueva asamblea, se vela a los compañeros muertos, los heridos al hospital y dicen, “muchachos...no vamos a poder seguir adelante, no hay forma de cruzar, salvo que dejemos más muertos en el camino”. Se dividieron en pequeños grupos, se guardaron los cascos y emprendieron rumbo por los cerros hacia la ciudad. En la ciudad, todos los mineros se encontraron concentrados habiendo burlado al ejército. Cuando la población del Alto se enteró de los muertos de Huanuni, las barricadas se generalizaron (…).
La actitud de los mineros dispuestos a actuar como guardia obrera, como avanzada de choque, logrando articular, provocando y acelerando el levantamiento del Alto, ubicándose incluso como vanguardia del movimiento campesino y logrando revitalizar a la COB, no la hemos visto en dos décadas. La clase obrera empezó a moverse, si antes corría para atrás, ahora empezó a caminar para adelante. Faltan los marxistas revolucionarios y para nosotros por ejemplo ser parte de la FT es un orgullo enorme. Aprendimos muchas cosas, pero lo que más aprendimos en estos años de delimitación estratégica, programática, de resistencia feroz, donde el centrismo y toda la izquierda se volvía autonomista, reformista, anti–partido y empezaba a criticar el leninismo, fue a tener una confianza estratégica en el rol histórico de la clase obrera.
Desde ese punto de vista una de las resoluciones que estamos tomando en esta Conferencia, es profundizar, avanzar, sobre ese rumbo, desarrollando un trabajo intensivo, a fondo, en la clase obrera. Creo que ese trabajo preparatorio de inserción, de formar cuadros en el seno del movimiento obrero industrial, minero en el caso boliviano, es el que puede convertirse más adelante en garantía de triunfo.


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Venezuela

Mario López, de la Juventud de Izquierda Revolucionaria

Luego de una intervención sobre el proceso de la lucha de clases en Venezuela el camarada Mario concluyó que: “…nosotros venimos de parte de un grupo de compañeros que hace un año y tres meses mantenemos relación y correspondencia con los compañeros de la FT. Vinimos como observadores a esta conferencia, las discusiones que hemos dado y las herramientas políticas que utilizamos, las conseguimos en las elaboraciones de la FT y en la Estrategia Internacional, y en las discusiones con la FT. Lo que está planteado para nosotros en Venezuela es dar un salto y hacer más serias las relaciones con la FT, que hasta ahora eran de colaboración política. Eso ya no es suficiente y tenemos planteado iniciar la construcción de un grupo marxista revolucionario en Venezuela, que tanto hace falta.”


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México

Mario Caballero, de la dirección de la LTS-Contracorriente


En México, después de la derrota de la huelga de la UNAM, hubo un retroceso en el movimiento estudiantil y continuó la situación de pasividad en la clase trabajadora (…). La asunción de Fox significó un desvío de las aspiraciones de las masas y hasta mediados del 2003 fueron escasos los movimientos que cuestionaron los planes de la burguesía. (…) Sin embargo, a fines del 2003 se abre una nueva situación, con la multitudinaria movilización obrera y popular que el 27 de septiembre invadió las calles capitalinas en rechazo a la reforma de recaudación fiscal y a la privatización de la industria eléctrica. Esto no se veía hace muchos años. Se empezó a generar en los trabajadores un cambio, un nuevo estado de ánimo (…).
El gobierno de Fox arrastra un desgaste prematuro y recientemente sufrió un nuevo cuestionamiento con la movilización de los trabajadores del Seguro Social, que aglutinó a los trabajadores pensionados y a los activos. Este proceso no sólo enfrenta los planes sino también a la dirección burocrática, en el último congreso del sindicato, la propuesta de la burocracia (pactada con el gobierno) de liquidar el régimen de jubilaciones no pudo ser impuesta por el descontento existente (…). Estas luchas se dan en el marco de una situación de crisis en las alturas, con escándalos de corrupción, que golpearon mucho al PRD de Cuahutémoc Cárdenas (…).
Si antes México era un polo de estabilidad reaccionaria en América Latina, hoy comienza a ponerse más “a tono” con la situación del continente. Nuestra organización, que en los ‘90 enfrentó la “marea” del cardenismo y que supo levantar una política revolucionaria en la huelga de la UNAM, fusionándonos en la LTS-CC con jóvenes revolucionarios que abrazaron el programa del trotskismo, tiene planteado, como los otros grupos de la FT, acercarse e intentar confluir con trabajadores que avancen hacia posiciones clasistas y revolucionarias.


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Brasil

Val Lisboa, dirigente de ER-QI

Hemos tenido una intensa jornada de discusión durante nuestra Conferencia... estoy orgulloso de estar aquí junto a compañeros de otros países discutiendo cómo reconstruir la Cuarta Internacional... En Brasil, donde el gobierno de Lula aplica los planes contra los trabajadores, se comienza a resistir. Esto comenzó a provocar una caída en la popularidad del gobierno. Sectores de vanguardia comienzan a romper con el PT, lo que abrió un importante debate sobre la construcción de un nuevo partido y estamos participando activamente en ese debate (...) Pero también en el proceso de resistencia de los trabajadores, donde comienza a desarrollarse un fenómeno incipiente, un nuevo tipo de luchas. Obreros de diversas fábricas comienzan a retomar el método de ocupación de fábricas frente a la amenaza de quiebra de los patrones o de despidos. Nuestro grupo comenzó a volcar sus principales fuerzas a este proceso. En una fábrica, Flakepet, de los alrededores de San Pablo, ciento cuarenta y tres trabajadores, hace más de tres meses que están luchando y se plantean la ocupación y el control obrero. Nosotros establecimos una relación política más directa con los obreros avanzados de esta fábrica. Esto muestra el camino de cómo una organización, por muy pequeña que sea, puede ligarse a los trabajadores buscando fusionar el marxismo revolucionario con lo más avanzado de nuestra clase. (...) Me voy contento porque los jóvenes de nuestro grupo se están formando como revolucionarios, interviniendo en procesos de la clase obrera y asumiendo la tarea de luchar por la reconstrucción del partido mundial de la revolución socialista (...).


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Chile

Alejandro, dirigente de Clase contra Clase

La situación de la lucha de clases en Chile viene cambiando en los últimos meses (...). Hasta mediados del 2002, existía una situación totalmente reaccionaria (…) pero a partir del 2003 se dieron experiencias de irrupción de la clase obrera, como fue el paro nacional del 13 de agosto, primer paro nacional en más de 25 años, protagonizado no sólo por trabajadores de servicios, sino también por un sector de la clase obrera industrial. Eso expresó, un inicio de recomposición de la clase obrera chilena, aunque hoy por hoy, sea todavía en los marcos de la lucha sindical contra el ataque del imperialismo y el gobierno. El paro nacional fue convocado por el PC que está tratando de reposicionarse, presionado por el giro a izquierda de sectores de la clase obrera. Nuestro grupo participó activamente en la coordinadora obrero-estudiantil con trabajadores clasistas, dando una pelea para que el paro tuviera un carácter más progresivo, votando un pliego de reivindicaciones no sólo económicas sino también políticas (…)


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Tiziano Bagarolo de Progetto Comunista de Italia, organización integrante del MRCI

Hablo a título personal y también en nombre de los compañeros de Progetto Comunista de Italia. Progetto Comunista participó en estos días en Buenos Aires de un importante evento político: el Congreso por la Refundación de la Cuarta Internacional (…). Creo que es justo traer el saludo a esta importante conferencia (…). Quiero decirles que personalmente estoy aquí porque los conozco a través de su prensa, de su sitio web y también por encuentros personales con los compañeros de Zanon que estuvieron en Italia, a quienes quiero dar un saludo y reconocimiento por la importante batalla que dieron en vuestro país, que es un ejemplo para la clase obrera en todo el mundo y también en Italia.
He aceptado la invitación a tomar la palabra porque nos une el compromiso, el esfuerzo enorme por la reconstrucción de la Cuarta Internacional.
Hay un aspecto importante, histórico de este encuentro (N. de la R.:se refiere a la reunión del MRCI). Por primera vez corrientes trotskistas de tradición, historia y experiencias diferentes están juntas para dar una batalla común no sólo coyuntural sino estratégica por la refundación de la Cuarta Internacional. En este sentido, esta organización internacional que hemos fundado es una organización de la Cuarta Internacional, en pos de la Cuarta Internacional, pero somos conscientes que no es todavía la Cuarta Internacional. Nuestra tarea es refundarla. Hay fuera fuerzas revolucionarias marxistas que no están hoy en nuestra organización, que están en otras organizaciones y somos conscientes de que debemos juntarnos en el futuro, aunque la unidad es una tarea difícil, muy difícil. Nosotros recibimos una carta de ustedes que planteaba tener en común este Congreso. Esto no era posible en este momento. Nuestro Congreso estaba preparándose desde hace muchos meses y se trataba del punto final de un proceso que comenzó hace siete años (...). Digo esto porque me puso feliz su carta aunque no sea posible en este momento y que nosotros tenemos que iniciar con responsabilidad un camino por la unidad, porque existen muchas diferencias que debemos respetar, porque son fruto de la historia, la tradición, de experiencias de cada uno de nosotros y no se puede en un momento pretender que éstas estén superadas. Por este motivo estoy feliz de estar aquí en este momento, en este país, en esta ciudad, en la cual en un breve plazo de tiempo se hacen estos importantes encuentros de compañeros que todos se reclaman de la refundación y reconstrucción de la Cuarta Internacional, porque esto es un símbolo de este momento histórico.




     
 

 

   
  La Fracción Trotskista está conformada por el PTS (Partido de Trabajadores por el Socialismo) de Argentina, la LTS (Liga de Trabajadores por el Socialismo) de México, la LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia, LER-QI (Liga Estrategia Revolucionaria) de Brasil, Clase contra Clase de Chile y FT Europa. Para contactarse con nosotros, hágalo al siguiente e-mail: ft@ft.org.ar