Polémica

El PO y la refundacion de la Cuarta Internacional

Autor: Manolo Romano

Fecha: 13/5/2004

Fuente: LVO 139

Como ya hemos informado a los lectores de LVO, en la misma semana en que realizamos la IIº Conferencia de la Fracción Trotskista, a la que pertenece el PTS, sesionó en Buenos Aires el Congreso convocado por el Movimiento por la Refundación de la Cuarta Internacional (MRCI), impulsado por el Partido Obrero de Argentina, Progetto Comunista de Italia y el PRT de Grecia, como las más importantes. Los integrantes de la FT dirigimos una carta a dicho Congreso y una delegación de nuestros compañeros de Bolivia, Brasil, México, Chile, Argentina y Europa se reunió un día antes de su realización con compañeros del MRCI, entre los que se encontraba Jorge Altamira de PO, Franco Grissolía de Italia y Michel Savas Matsas de Grecia. Nuestro objetivo, a pesar de las diferencias públicas que no obviamos, era el de “unificar estos esfuerzos y realizar una reunión en común de los que nos reivindicamos cuartainternacionalistas”, como les señalamos en dicha carta.
La repuesta de los compañeros fue que no veían condiciones para realizar una conferencia conjunta debido a las importantes diferencias, que el Congreso que realizaban era resultado de un largo tiempo de trabajo en común y que, sobre esa base, dicho Congreso votaría funcionar con estatutos bajo “centralismo democrático”, tal como sucedió.
Desde nuestro punto de vista existía una flagrante contradicción entre el llamado abierto realizado originalmente por el MRCI y el carácter del Congreso realizado. También en el hecho de que se llamaba a avanzar hacia la refundación de la Cuarta y en realidad se vota la formación de una nueva tendencia internacional.

El balance de Jorge Altamira

Pero este método hace agua por todos lados, si tenemos en cuenta el “Balance del congreso internacional”, hecho por el compañero Altamira en Prensa Obrera Nro. 849. Allí sostiene que “En el marco del Congreso, sin embargo, este avance político (votar un estatuto de centralismo democrático) encontró límites muy fuertes. No todos los delegados aprobaron el “borrador de tesis” como base de discusión del programa. La mayoría de los representantes de la ex Oposición Trotskista Internacional se abstuvieron en la discusión en general, lo que pone en evidencia, nada menos, que no reconocen un principio de base programático común. Los desarrollos futuros dirán si estamos ante una divergencia de principios en torno al programa o si ha sido una manifestación confusa de lucha de facciones”.
¿Es decir que votaron funcionar en centralismo democrático, o sea con una disciplina común, sin votar siquiera un “borrador“ de programa en común, o sea sin comprensión común de las tareas de las distintas corrientes y organizaciones? Esto sí es poner el carro delante del caballo.
Pero no es todo. Entre los “representantes de la ex –ITO” a los que hace referencia Altamira se encuentra Progetto Comunista, organización que hace 12 (doce) años se encuentra al interior de Refundazione Comunista, el principal partido obrero reformista de Italia. Dice el compañero Altamira: “Para la gran mayoría de las organizaciones y delegados, la aprobación del “borrador” significó un gran avance en la homogeneización política de los que luchan por la refundación de la IV. A algunas organizaciones se les ha dado un plazo de seis meses para cumplir con el requisito de tener una prensa regular y una agitación sistemática. La disolución en otras organizaciones, y para peor cuando esto ocurre durante años, no permite juzgar el carácter de la intervención política ni permite construir un partido. Los delegados del Partido Obrero insistieron en presentar el tema de la construcción de organizaciones independientes como un asunto de principios”.
A confesión de partes, relevo de pruebas. Exactamente esto es lo que venimos sosteniendo: el método de dar pasos hacia la reconstrucción de la Cuarta Internacional en base a cuatro puntos generales, conduce a simular que se tiene una disciplina común (estatutos de “centralismo democrático”) sin estar en realidad de acuerdo. Los cuatro puntos que levanta el MRCI (como reivindicar la lucha por la dictadura del proletariado o contra la colaboración de clases) solo puede ser el punto inicial para una amplia discusión (mediante boletines abiertos a toda la militancia y donde la política de cada corriente esté sometida a la crítica mutua) y el conocimiento en base a una experiencia común en la lucha de clases y el posicionamiento de cada organización ante los test de la política internacional, entre ellos “la construcción de organizaciones independientes” de los partidos reformistas. Insistimos a los compañeros del PO, Progetto Comunista y el resto de las organizaciones del MRCI en iniciar ese camino, empezando por campañas políticas internacionales conjuntas como le hemos propuesto: una por la victoria de la resistencia iraquí y otra de denuncia a la política “ministerialista” del Secretariado Unificado expresada en la presencia de Miguel Rosetto, miembro de Democracia Socialista, en el gabinete del gobierno capitalista de Lula, como Ministro de Asuntos Agrarios de Brasil.