Europa

Italia : la huelga general contra la reforma de las jubilaciones

Autor: Corresponsal en Italia

Fecha: 24/10/2003

Traductor: Alejandra G., especial para PI.

Fuente: Le Figaro

Numerosos sectores de actividad se vieron paralizados hoy en Italia durante varias horas y los sindicatos amenazan con amplificar la protesta contra el proyecto de reforma de las jubilacines decidido por el gobierno de Silvio Berlusconi.

« Si una huelga no alcanza, haremos otra. Visto que un ministro dice que nuestro movimiento es a tiempo parcial, haremos uno a tiempo completo » dijo, al frente de un cortejo que reunía a miles de personas en Roma, Savino Pezzotta, secretario general de la confederación sindical CISL (católica).

Pezzotta hacía alusión al hecho que la huelga del viernes dura sólo cuatro horas, con diversas modalidades en función de los sectores y de las ciudades concernidos. Parece confirmar así que las tres principales confederaciones sindicales, CGIL (izquierda), CISL y UIL (moderadas) planean una huelga general de ocho horas en diciembre.

El cortejo estaba precedido por una réplica en cartón de la célebre « Boca de la verdad », que simboliza, según los sindicatos, las mentiras del jefe de gobierno referidas a la necesidad de reformar el sistema de jubilaciones.

La tradición dice que la boca de león de esta escultura en mármol, situada en Roma, se cierra sobre la mano de la persona que mintió.

En Nápoles, unas 80.000 personas participaron del cortejo, según fuentes sindicales, que afirman que el porcentaje de participación en el movimiento huelguístico es del 90% y 95% en las dos sociedades pertenecientes al jefe del empresariado Antonio D'Amato.
« La manifestación de hoy es un éxito y muestra que la gente comprende que esta reforma de las jubilaciones debe ser modificada », declaró Luigi Angeletti, dirigente de la UIL.

Tres cortejos que deben juntarse fueron organizados en Bolonia (centro) con la participación del número uno de la CGIL, principal sindicato italiano.

En Milán, capital económica del país, la manifestación reunió « más de 200.000 personas », según los sindicalistas.

La huelga dio lugar a la habitual guerra de cifras, con un porcentaje de participación del 60 al 70% en las grandes fábricas Fiat de Mirafiori, según los sindicatos, y del 17 al 25%, según la dirección del establecimiento.

En la administración pública, la tasa media de participación en la huelga « es superior al 80% », según la CGIL y los tres sindicatos están de acuerdo para afirmar que « el país se detuvo ».

Los tres grandes sindicatos, que reivindican juntos más de 11 millones de afiliados, llamaron a esta acción para oponerse a la reforma que endurece las condiciones de acceso a la jubilación imponiendo un mínimo de 40 años de cotizaciones a partir de 2008.

Las perturbaciones más visibles para los usuarios son en el transporte y los servicios públicos.

Las escuelas y los correos observan el movimiento todo el día y en los hospitales, sólo se admiten las urgencias. Los bancos abrirán una hora y media por la tarde.

El movimiento es sostenido por todos los partidos de oposición cuyos líderes participan en los diversos cortejos en el país.