Intelectuales y Académicos

"Tenemos que buscar nuevas formas de organización"

 

Autor: Toni Negri

Fecha: 4/11/2003


DESGRABACIÓN DEL DISCURSO DE TONI NEGRI EN GRISINÓPOLIS


En Buenos Aires, el italiano Toni Negri se presentó en
la fábrica recuperada Grissinópolis para hablar de sus
ideas, y también de las polémicas que ha generado su
defensa de la autonomía como forma de experimentar y
crear nuevas respuestas políticas. Explicó sus
definiciones sobre multitud, trabajo y pueblo y su
convicción sobre el fin de la representación política,
una idea que los argentinos sintetizaron al gritar
"que se vayan todos". Por eso, entre risas, concluyó:
"¡Pero que vengo yo acá a enseñarles a ustedes cómo se
hace desorden!".

Grissinópolis es una de las fábricas recuperadas por
una cooperativa de obreros, a la que le ha quedado un
nombre equilibrado: "La Nueva Esperanza, Limitada". En
el segundo piso, un gran salón funciona como centro
cultural y de conferencias. Allí la revista Global
(futuro mensuario que está preparando su número cero
para la Argentina) presentó el lunes 27 al filósofo
italiano Toni Negri, autor (junto a Michael Hardt) del
libro Imperio, ex preso político acusado por su
participación en las Brigadas Rojas, y convertido en
un autor de culto tanto por quienes apoyan como por
quienes lo denigran.

Unas 150 personas, asambleístas, integrantes de
diversos movimientos sociales, estudiantes, se
reunieron a escuchar esa charla, a la que no
asistieron los obreros y obreras de la cooperativa que
desde esta semana trabaja a tiempo completo. Ante
tantos invitados, continuaron con su trabajo habitual
y a la salida vendieron pan dulce (excelente) a dos
pesos cada uno.

Negri habló en italiano pausado, con un énfasis de
italiano apasionado. Estos son algunos de los tramos
más destacados de su intervención, cuya desgrabación y
traducción agradecemos a dos de las asistentes a la
charla, que han trabajado hasta la madrugada,
entusiasta y desinteresadamente, o mejor dicho,
solidariamente.


Así arrancó Negri su exposición:

"Después de haber hablado con los compañeros de O
Global en español, me han aconsejado este tema desde
el cual me posiciono: hablar de la Multitud, para
tratar de aclarar algunos equívocos que pueden haber
nacido alrededor de este concepto".

Multitud

Antes de todo quiero decir que Multitud es un concepto
de clase. Quiere decir que cuando se habla de Multitud
se habla todavía y siempre de clase. Naturalmente, se
habla de clase en una situación modificada,
profundamente transformada respecto a la situación en
la cual los maestros del socialismo han definido el
concepto de clase obrera. El concepto de clase obrera
fue definido por los maestros del socialismo como
concepto de la clase productiva: productiva de
valores, productiva de riqueza, productiva de vínculo
social. Pero la clase obrera así como la habíamos
conocido es un concepto que vale, en un concepto que
queda y que es fundamental. Es un concepto que, desde
un punto de vista cuantitativo, se está alargando
dentro del mercado global. Pero tenemos que reconocer
que sucedió algo profundamente innovador,
profundamente nuevo, que ha dado al concepto de clase
productiva una extensión y una intensidad
infinitamente superior a esa que tenía el concepto de
clase obrera. Llamo Multitud al concepto de clase
obrera dentro de las nuevas condiciones de la
producción.

Trabajo

Hoy, desde el punto de vista de la extensión, los
procesos de valorización no son procesos que se
limitan a la fábrica, al régimen fordista de
producción. Sino que son procesos que se extienden más
allá de la fábrica, que envuelven una capacidad
productiva, una cooperación, una producción de valores
y de vínculo social que va mucho más allá del trabajo
directamente comandado por el capital en la fábrica.

El concepto marxista de fuerza de trabajo bajo el
capital, de fuerza de trabajo definido como capital
variable al interno de la estructura capitalista, es
un concepto que resulta siempre insuficiente para
contar y para describir lo que pasó, lo que ha
derivado en la fuerza productiva a nivel mundial, a
nivel global. Ya no es más posible pensar al trabajo
productivo desde el punto de vista de la extensión de
este, sin imaginar toda la otra serie de servicios
industriales, de relaciones sociales, que van desde la
relación doméstica femenina de trabajo a las
relaciones de salud, desde las relaciones educativas a
las relaciones que implican las capacidades creativas,
innovadoras, desde las relaciones científicas a las
que simplemente se despliegan sobre el terreno de la
comunicación, de la información, de la industria
electrónica, etc. No es más posible imaginar el
trabajo productivo, sin comprender todos estos
elementos.


El trabajo productivo hoy se ha convertido en un
trabajo que unifica sectores sociales siempre más
extensos, que pone estos sectores sociales bajo el
régimen de la explotación. Multitud es un concepto de
clase, e implica una forma de explotación que cubre
esta extensión grandísima de la capacidad capitalista
de comando y de producción de la sociedad.

Cuando se dice que el concepto de Multitud es un
concepto de clase, estamos hablando de un concepto de
clase considerado en extensión. Y se debe agregar que
el concepto de Multitud implica -intensamente- un
nuevo concepto de trabajo.

Cuando hablamos de transformación del trabajo,
hablamos de un trabajo siempre más productivo, siempre
más capaz de desarrollar valor, valorizaciones. Y
reconocemos este trabajo que produce valor en la
actividad intelectual, cooperativa, de servicio,
científico. Este trabajo, que se articula con el
trabajo material, lo llamamos trabajo inmaterial.

El trabajo inmaterial no es hegemónico desde el punto
de vista cuantitativo, no es sustitutivo del trabajo
material. Es simplemente un tipo de trabajo que en la
tendencia genera más valor, más riqueza, más dignidad
del trabajador.

Confrontación

Nuestros padres, nuestros viejos, quisieron que
estudiemos. Los que trabajaban en la fábrica eran
campesinos, habitualmente migrantes, que huían de las
condiciones de miseria que el trabajo capitalista
imponía. Nosotros elaboramos un cerebro común que
tiene una capacidad de producción, que es un
instrumento de trabajo que llevamos con nosotros: la
autonomía está en eso. Antes íbamos a la fábrica y el
patrón nos ofrecía los instrumentos de trabajo. Hoy
vamos a todos lados de la sociedad y llevamos con
nosotros nuestro propio instrumento de trabajo. La
flexibilidad y la movilidad de la fuerza de trabajo no
son simplemente un arma mistificada que el patrón
despliega para vaciar las fábricas. Flexibilidad y
movilidad son una gran dignidad del cerebro y del
hombre que trabaja. Esto significa transformación del
trabajo. Significa que para trabajar tenemos que ser
hombres libres, imaginativos e intelectualmente
capaces de producir trabajo. Y esta reconducción de la
libertad al interior de las capacidades productivas,
al interior de la fatiga del trabajo, esto es el
elemento de fuerza de la Multitud, como clase, como
elemento de antagonismo. No es verdad que la Multitud
elimina la estructura y la figura del antagonismo
social: lo multiplica y lo lleva a lo que debe ser el
verdadero nivel de confrontación.
Masa

Quería agregar otro elemento para fijar la continuidad
de la diferencia que tiene el concepto de Multitud
respecto al concepto de clase. El concepto de clase
era un concepto de masa. El concepto de masa era un
concepto indiferenciado. Se buscaba de ver en el
trabajo, en la masa de los obreros todo lo que
abstractamente, cuantitativamente significaba. En el
concepto de Multitud nosotros asumimos, en cambio, no
sólo la masa obviamente, pero un conjunto, una
multiplicidad de singularidades. El trabajador es una
cosa de singular; tiene en cada momento de su vida
productiva algo para agregar, para poner en
producción. La singularidad, evidentemente, está
unificada, las múltiples singularidades se unifican en
lo que tienen de común, quiere decir, en lo que tienen
de antagonista al capital. Es la reapropiación del
comando sobre el trabajo, la reapropiación de la
cooperación de los trabajadores.

Vean la vieja fábrica fordista. En realidad, la vieja
fábrica fordista era una fábrica de masa, de
repetición, pero cualquiera de ustedes que haya
estudiado o trabajado en una fábrica fordista sabe
perfectamente que esta máquina no hubiera jamás
funcionado si cada obrero no ponía su capacidad
singular de hacer funcionar el mecanismo. La
producción depende siempre de la singularidad. Pero
con la Multitud, es esta singularidad la que
multiplica la potencia productiva. Eso es lo que
nosotros queremos.

Pueblo

Quería hacer otra aclaración. La aclaración que
concierne al debate Multitud y Pueblo. Habíamos
opuesto el concepto de Multitud al concepto de Pueblo.
Porque habíamos considerado el concepto de Pueblo como
un concepto de producción burguesa. El Estado-Nación
nace con la construcción del Pueblo, con la reducción
a uno de lo que es la diversidad popular, pero sobre
todo imponiendo la alianza nacional-popular del pueblo
y la burguesía. ¿Cómo se hace para reconquistar un
concepto, que sea un concepto político que no tenga la
ambigüedad y la falsedad del concepto de pueblo?

Sólo puede ser ese concepto referido a la nueva
experimentación, al nuevo laboratorio de formas
políticas. Cuando se habla y se dice que la Multitud
no es un Pueblo, se dice fundamentalmente una cosa. Se
dice que la Multitud no puede ser encerrada en los
mecanismos de representación política, tal como el
Estado moderno ha creado estos mecanismos. Porque son
los mecanismo de selección de élites, de separación de
la voluntad popular, de la voluntad de la gente, de la
voluntad de la multitud, de la voluntad del Estado. La
mistificación contínua de la voluntad de la gente, de
la voluntad de las singularidades, de las
multiplicidades, de la voluntad del Estado. Entonces,
cuando hablamos de Multitud contra el concepto de
Pueblo, hablamos del concepto de multitud contra el
concepto de representación. Hablamos de "Que se vayan
todos".

Autonomía

El concepto de multitud no es una cosa que vale solo
para la Argentina, es un concepto que vale para todos
los países que se dicen democráticos en el mundo. Vale
para los países que eligen a Swarchzeneger. Vale para
los países que no tienen absolutamente más ninguna
capacidad de una expresión política verdadera. Porque
la política de la representación terminó en todos
lados. Ahora, si nosotros asumimos estos conceptos y
los asumimos de manera fundamental, entonces
lograremos avanzar en nuestra experimentación política
en esta fase de transición completamente nueva.

Vean, muchos me dicen que cuando pongo aparte el
concepto de Pueblo aparto también todas las grandes
tradiciones de lucha que estuvieron interpretadas por
el Socialismo, por los grandes partidos de la
izquierda, aparto por ahí hasta el nombre mismo de la
izquierda. No es verdad. Nosotros decimos simplemente
que toda esta experiencia es una experiencia que ha
producido la situación actual. Sin las luchas de los
obreros de los centros del mundo en los años ´60, sin
las luchas anticoloniales, las luchas
antiimperialistas, no hubiera sido jamás posible esta
apertura mundial del debate político, no hubiera sido
posible retomar la temática comunista después de la
derrota de la Unión Soviética. Hoy el comunismo está
naciendo sobre esta nueva esperanza, aquella de la
Multitud. Entonces, debemos decir no a la continuidad.
Experimentación, laboratorio abierto, completo,
continuo, de nuevas formas de representación, de
nuevas formas de organización. Autonomía no es lo
opuesto a la organización. Autonomía no tiene nada que
ver con el Stalinismo, y tampoco tiene nada que ver
con el Anarquismo. Tenemos que buscar nuevas formas de
organización. La organización de la Multitud es un
problema. ¡Pero que vengo yo acá a enseñarles a
ustedes cómo se hace desorden! (risas). Cada uno de
ustedes y sobre todo ustedes, los argentinos, tienen
ahora, tal vez, una experiencia mucho más fuerte que
todos los otros compañeros del mundo.

Les agradezco. (aplausos)


[ Hasta aquí la exposición. Se pasa al debate con el
público]

Preguntas:

¿El trabajo forma la dignidad del trabajador?

¿Qué riesgos tendría suponer que la multitud no puede
ser un sujeto político, es decir, romper el concepto
de sujeto de cambio, lo cual no quiere decir dejar la
lucha, dejar el cambio. Es difícil pensar el concepto
de multitud asociado a la organización, lo cual no
quiere decir quedarse en el anarquismo,. Quizás nuevas
formas, no? La pregunta básica es: ¿la multitud es un
sujeto político o no?

¿El concepto multitud lo podemos ver como la idea de
una proletarización total de la sociedad o que avanza
hacia una mayor proletarización de la sociedad y, en
este sentido, se complementa con la idea de Marx sobre
el obrero colectivo?

En relación a la producción de valor quería
preguntarle ¿qué opina sobre el fenómeno de la
exclusión, de los desocupados, que en el país es
creciente, en torno al concepto de multitud?

La respuesta de Negri:

Yo quisiera contestar todas las preguntas,
evidentemente con todos los límites de mis respuestas
en estas condiciones. La primera cuestión que me
parece muy simpática, es la cuestión de si el trabajo
forma la dignidad del trabajador. Por los años sesenta
y setenta yo y todos mis compañeros italianos de la
izquierda obrerista, luchamos por el rechazo del
trabajo. Luchamos por esto de manera bastante
coherente. Cuando todos los socialistas hablaban de la
dignidad del hombre vinculada a su permanencia en la
fábrica, hablábamos de sabotaje. E hicimos sabotaje. Y
llevamos las luchas obreras hasta la ruptura de la
organización del trabajo, de manera sistemática.
Entonces, evidentemente, cuando hablo de trabajo como
potencia que da dignidad al trabajador no hablo del
trabajo encerrado en la máquina del comando
capitalista. Hablo del trabajo como actividad social,
hablo del trabajo vivo. De lo que Marx llama trabajo
vivo. Es el trabajo que produce valor. El trabajo que
se trata de liberar. Cuando se habla de Multitud se
habla, evidentemente, de una clase obrera, de un
proletariado social, de una multiplicidad de
singularidades, que ha procedido, que ha avanzado
sobre este terreno de la conquista y de la liberación
de la actividad social. Naturalmente, los compañeros
me dicen "!pero como podés hablar de eso cuando hay
tantos desocupados, personas que fueron expulsadas de
la fábrica!". Justamente, por eso hablo de esto.
Porque el desocupado, el que expulsaron de la fábrica,
o peor todavía, el que está excluido y que no entró
jamás en la fábrica o en la sociedad productiva, todos
estos son igualmente parte, participan de la Multitud.
Participan de la actividad social. Es la actividad
social la que crea valor. No la participación en el
trabajo comandado por el capital. Es la actividad
social de las mujeres la que crea valor. Y crea un
valor superior tanto que algunos teóricos compañeros
franceses hablan del "devenir mujer del trabajo".
Devenir mujer del trabajo significa que el trabajo,
justamente, en tanto capacidad social se convierte, se
carga de todas aquellas cualidades de relaciones
humanas que sólo el trabajo de la mujer posee, tiene.
Otro ejemplo: el trabajo del campesino y que los
obreros de la clase obrera clásica han siempre
rechazado, considerando que el campesino tenía que
convertirse en un obrero. De hecho, se ha convertido y
no había más agricultura después de que él se
convirtió en obrero. ¿Cómo se hacía para amar la
tierra? ¿Para sacar del trabajo quesos y vinos
diversos? Sacar aquella que era realmente la actividad
social, la cultura social, la dimensión social de la
producción. De esto nace el nuevo concepto de trabajo.
Evidentemente, el problema político es el de pagar
este trabajo. Distribuir ese pago socialmente de
manera correcta, capaz de asegurar la reproducción
social a todos aquellos que participan de la actividad
social. Una de las reivindicaciones absolutamente
fundamental que nace del movimiento antiglobal es la
del salario garantizado, el salario de ciudadanía o la
renta básica universal. ¿Por qué? Porque es el trabajo
social que debe ser reconocido y pagado. Porque es la
relación entre el ser ocupado, el ser desocupado, el
ser antes o después del trabajo... estudiar para
entrar y ser fuerza de trabajo, etc., etc. El ser
mujeres que saben, como dice un compañero en un libro
muy lindo, dónde está el lugar de las medias en la
casa. Porque es un trabajo saber cuál es el lugar de
las medias, el lugar más secreto de la casa que conoce
sólo la mujer. Esto es el trabajo. Este es el elemento
afectivo, social, cooperativo. Al más alto nivel
sucede lo mismo. Si usted es obrero del trabajo
informático sabe que para estar en una red no es
necesario sencillamente introducir datos dentro de la
red. La máquina informática es una máquina sensible,
una máquina donde aparecen toda una serie de energías
que no son solamente las del trabajo.


     

 

   
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