EEUU

De la ocupación a la guerra de guerrilla.

 

Autor: David Lindorff

Fecha: 10/11/2003

Traductor: Graciela Milesi, especial para P.I.

Fuente: CounterPunch


Un nuevo tipo de baile en Irak

El plan de guerra de Bush ha entrado en una nueva y mucho más peligrosa fase.

Antes, casi todo se trataba de centrar a los norteamericanos en la cuestión del terrorismo y el patriotismo, esperando alejar nuestras mentes del estado deprimente de la economía y la masiva transferencia de riqueza a los ricos que estaba y aún están en marcha.

Fue una mala apuesta, porque la guerra, que se suponía iba ser corta y tranquila, con iraquíes felices bailando en las calles, se convirtió en otra cosa. (De hecho, ha habido bailes en las calles, pero sólo alrededor de los inmensos incendios de los equipos militares norteamericanos destruidos y de los cuerpos carbonizados de los soldados muertos).

Entonces ahora, con la ocupación convirtiéndose en guerra de guerrillas el plan es desenfatizar la guerra en curso y tratar de reenfocar a los norteamericanos en la economía doméstica, que aunque todavía es un desastre, es al menos, menos desastrosa en este momento que la guerra de Irak.

El nuevo plan es tratar y presentar la ilusión de progreso en Irak, por lo menos temporariamente disminuir el nivel de tropas norteamericanas ahí, de los actuales 134.000 a “solamente” 100.000 para el próximo mayo, cuando la campaña presidencial haya comenzado en serio.

Aparentemente es una estrategia bizarra. Uno podría preguntar, ¿cómo puede pensar el Pentágono en una reducción de la presencia militar de EEUU durante los próximos meses, cuando el movimiento de resistencia de guerrilla está creciendo en número, habilidad y audacia?

No hace mucho, por supuesto, la estrategia proclamada públicamente era retirar las tropas norteamericanas y reemplazarlas con tropas extranjeras. Los planes iniciales convocaban a soldados paquistaníes e indios, pero estos países pusieron reparos. Entonces propusieron que fueran tropas turcas, pero Turquía enfrentó una resistencia popular y una feroz oposición a la idea de ingresar a Irak y también declinaron la invitación. Los países europeos (con la excepción de Polonia que puede estar reconsiderando su decisión después de perder un comandante en un ataque guerrillero y que las encuestas mostraran que el 57% se opone a tener tropas en Irak), fueron igualmente desdeñosos de la idea. Por eso ahora, tomando una página del libro del presidente Nixon (“Vietnamización”), el Pentágono afirma que entrenará 170.000 soldados iraquíes que se encarguen de parte del trabajo de pacificación que realizan los norteamericanos.

Es toda una tarea, construir rápidamente un ejército que, en poco más de medio año, si llega a ser creado exitosamente, debería ubicarse entre los primeros ejércitos del mundo, en término de números. (Nótese que lleva un largo tiempo conseguir muchos conscriptos fuera de servicio, pertrecharlos y entrenarlos en EEUU, un país cuyo tamaño es 10 veces el de Irak, y con un aparato militar de 1,4 millones de personas listas para entrenar y absorber a los nuevos reclutas).

La otra cosa sorprendente acerca de este nuevo proyecto del Pentágono es que nadie -ni siquiera el famoso confiado de sí mismo y vanagloriado Secretario de Defensa Donald Rumsfeld – podría predecir razonablemente cómo funcionaría. ¿Los soldados iraquíes perseguirían de forma realmente agresiva y asesinarían a sus hermanos iraquíes, luchando lealmente del lado de los ocupantes norteamericanos? ¿Se podría confiar en ellos y entregarles esas armas pesadas y el apoyo aéreo que tienen las tropas de EEUU, o harían el trabajo con armas pequeñas? ¿Armar a 170.000 iraquíes, sería simplemente una manera de entrenar y armar, inadvertidamente, a un conjunto de nuevos cuadros de la guerrilla anti-norteamericana? ¿Resistirán los nuevos reclutas iraquíes la tentación de entregar las armas –y la información- a la guerrilla?

Parece increíblemente prematuro, con el establecimiento de un ejército tan especulativo y sin haber sido probado, que el Pentágono ya esté hablando y planeando una significativa reducción de tropas norteamericanas.

Pero entonces, parece que esto no es una decisión general. Como en la pasada guerra de Vietnam, las decisiones militares en la guerra Irak son claramente hechas no por el gobierno, sino por operativos políticos, encabezados por la campaña del "General" Karl Rove.

Lo que significa este nuevo plan es que Rove y otros políticos de confianza de Bush están a punto de sacrificar cruelmente a civiles iraquíes y soldados norteamericanos en pos del interés de ganar la reelección el próximo noviembre. Podría ser posible: que los EEUU reduzcan el número de soldados en Irak durante los meses pico de la campaña presidencial, habilitando a Bush a reivindicar, con la ayuda de medios de comunicación abiertamente sumisos e incondicionales, que él está ganando la guerra en Irak, pero esto sólo puede hacerse mediante a ) la exposición de las tropas que quedan a mayores riesgos de ataques y b) hacer que las fuerzas adopten incluso tácticas más letales e indiscriminadas contra los ataques de la guerrilla, por ejemplo, el uso extensivo de los helicópteros y aviones para provocar muerte y destrucción sobre vastas áreas cada vez que haya un ataque y el retorno a los bombardeos aéreos. Miren, por ejemplo, el bombardeo de ciudades en el área, conocida como el “Triángulo Sunita” pronto será el “Delta del Mekong”(*) de Irak.

A largo plazo, por supuesto, tal estrategia de “tierra arrasada” sólo provocará una mayor animosidad hacia la guerra de EEUU y la ocupación, y a un movimiento guerrillero más poderoso.

Pero eso no le importa a los políticos expertos de Bush. Su objetivo ahora claramente es llegar al día de la elección.

Después de esto, sin embargo, ellos, o el sucesor demócrata de Bush, tendrán que efrentar el viejo dilema Johnson/Nixon: seguir enviando incluso más tropas, o el riesgo de ser derrotados y llevar al país a una derrota humillante.

Dave Lindorff es el autor de “Killing Time” una investigación sobre el caso de Mumia Abu-Jamal, condenado a muerte. Una colección de los trabajos de Lindorff se encuentra en http://www.nwuphilly.org/dave.html

Publicado el 08/11/03
(*) N. de T.: Escenario de guerra en Vietnam que evoca la imposibilidad del ejército norteamericano de derrotar la resistencia vietnamita. Además del uso del genocidio de masas y el bombardeo de ciudades enteras, EEUU no pudo evitar la muerte de soldados norteamericanos contados en decenas de miles y una derrota humillante.


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