Izquierda Marxista

XV Congreso de la LCR (Francia): Plataforma

 

Autor: LCR

Fecha: 14/11/2003

Traductor: Victoria Rouge, especial para P.I.

Fuente: Rouge 2038


Plataforma 1
Ahora, agrupar y actuar

El XV congreso de la LCR tenía un doble desafío : reafirmar, dentro de la continuidad de la campaña de Oliver Besancenot, una orientación unitaria, las proposiciones para una alternativa anticapitalista y asegurar las mejores condiciones políticas para las listas comunes LCR-LO en las próximas elecciones regionales y europeas.

Como se lo habíamos propuesto, el congreso tomó las dos decisiones indispensables para estar a la altura de las responsabilidades que hemos conquistado. En primer lugar, permitir una respuesta electoral lo más amplia y clara posible a Medef, a la derecha y a FN, mientras que la ex-izquierda plural se queda dentro de la línea de la política neoliberal que ella misma abrió cuando estuvo en funciones. Es el sentido del acuerdo con LO. Al mismo tiempo, darle un nuevo impulso al reagrupamiento de fuerzas anticapitalistas. Una sola línea, que responda a las tareas del momento. Estas dos decisiones han obtenido una gran mayoría, y hay que felicitarla. El congreso también registró los importantes sucesos a partir nuestra actividad común de estos últimos años y a ha dotado a la LCR de un nuevo estatuto y de un nuevo modo de organización más adaptado a lo que aspira a ser. Los debates permitieron circunscribir las divergencias con las tendencias minoritarias. Algunas son consecuentes. La plataforma 2 queda adherida a un bloque con LO como base de un futuro partido. Además de que LO no lo quiera en lo inmediato, hacerlo prueba una visión demasiado restrictiva de las evoluciones en curso, en particular dentro del movimiento social. La plataforma 3 diverge manifiestamente con nosotros sobre el análisis de la ampliación de la brecha entre ciertas fracciones de las masas y los aparatos fosilizados de la izquierda tradicional y queda remitida a formas de unidad electoral sistemática con ellos.

Las otras divergencias, expresadas quizás con vigor, indican sobre todo, a nuestros ojos, temores que nosotros consideramos infundados. La plataforma 2 comprende así las bases revolucionarias de la misma LCR siendo remitidas en dirección del solo hecho que nos proponemos que es contribuir a la construcción de una nueva fuerza anticapitalista. La plataforma 3 teme que las posiciones de la plataforma 1 (más allá de las de la LCR), combinadas con un acuerdo electoral con LO, conduzcan a una ruptura con nuestras bases históricas y con el perfil de la campaña Besancenot.

Particularmente con el antifascismo, como ciertas formulaciones polémicas inútiles se ha avanzado en el debate y en la prensa. ¿Quién lo puede creer? Así como las preguntas aquí surgen de verdaderas divergencias de análisis, que sólo la puesta en práctica en común de la línea votada permitirá aclarar, estos temores pueden desgraciadamente volverse un proceso de intencionalidad. Le corresponde a la mayoría de la LCR hacer su trabajo para despejar pacientemente las dudas. Lo hará, segura de que la orientación votada nada más que la orientación, toda la orientación permitirá contribuir a esto rápidamente.
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Plataforma 2
Acuerdo con LO… hacia una nueva fuerza


Este XV congreso ha sido el marco de debates quizás acalorados, siempre ricos, en el corazón de las luchas. Ha adoptado la medida de las evoluciones en curso. La campaña presidencial fue el punto de inflexión de las transformaciones de la organización. Ha puesto en el centro de las preocupaciones los intereses y las luchas del mundo del trabajo y ha hecho de su actividad política una verdadera actividad de masas. Nuestra tendencia se abre en el sentido de ampliar estas transformaciones para darnos los medios para ser un verdadero partido militante, de lucha de clases, democrático. Este partido está abierto a las experiencias locales de reagrupamiento con militante o grupos de militantes que, cualquiera sea su pasado, se reconocen dentro de nuestro programa de urgencia social y democrático.

Hemos defendido con los camaradas de la mayoría el protocolo de acuerdo y la profesión de fe que nuestra delegación y la de LO han escrito dentro de la perspectiva de candidaturas comunes para las elecciones regionales y europeas de 2004.

Pero para nosotros, querer confinar este acuerdo a un simple acuerdo electoral no es justo. El año 2004 verá cristalizar las evoluciones logradas desde 1995 en una nueva fuerza política. La campaña electoral que vendrá será una palanca para ayudar a su emergencia. Es por esto que hemos militado para que el congreso expida un llamado invitando a todos aquellos que se reconozcan dentro del programa de lucha formulado por estas campañas electorales a reagruparse y proponiéndole a Lutte Ouvrière [Lucha Obrera] tomar con nosotros, luego de las elecciones, la iniciativa de sentar las bases para un partido de trabajadores.

Los camaradas de la plataforma 3 rechazan este acuerdo con LO. Sin embrago, los camaradas de la mayoría, junto con ellos, han expuesto al congreso un llamado a “un reagrupamiento de la izquierda anticapitalista” independiente, aunque en oposición al acuerdo con LO. Tal curso no es coherente.

La campaña común LCR-Lutter ouvrière será la oportunidad de expresar en el terreno político las aspiraciones del movimiento de la primavera en torno a las reivindicaciones que sólo las luchas y la intervención directa, democrática de los asalariados en el terreno social y político pueden imponer. Deseamos convencer a los camaradas de Lutte ouvrière para que actúen con la Liga en este sentido.

Nuestro camino es minoritario, pero el debate no está cerrado. La vida y el trabajo militantes darán a este acuerdo todo su alcance y le darán un contenido nuevo al debate del último congreso.

"Arlette y el factor", para retomar el título de la editorial del periódico del domingo, se hicieron uno. Son el blanco de los ataques de la izquierda social-liberal y es muy lógico. Esta última no puede intentar cubrir su propia decadencia más que haciendo responsables a los otros.

Desde el 21 de abril, se abre una nueva página de luchas por la emancipación de los explotados. “La Liga Comunista Revolucionaria lucha por la revolución socialista y el poder de las trabajadoras y trabajadores” se dijo dentro de los nuevos estatutos adoptados con una enorme mayoría por el congreso.

Es la única perspectiva plenamente moderna.

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Plataforma 3
Declaración

Dos lecciones emanan del XV congreso de la LCR. Los delegados aprobaron el acuerdo electoral con Lutte ouvrière en un 71%. Pero más del 83% de los delegados confirmaron el proyecto de construir una fuerza política nueva, anticapitalista y pluralista.

La aprobación del acuerdo electoral negociado con Lutte ouvrière constituye una decisión de la cual tememos posibles consecuencias. Admite una sucesión de concesiones unilaterales de la LCR. Propusimos que las listas comunes fueran ampliamente abiertas. El rechazo de esta propuesta encierra a nuestra organización dentro del mano a mano exclusivo que LO nos ha impuesto. Hemos defendido la idea de que las listas apelan claramente a derrotar a la extrema derecha, en las calles así como en las urnas. El rechazo mayoritario es una ruptura con la posición tradicional de la LCR. Propusimos que se considerara la fusión técnica de las listas de izquierda para la segunda vuelta, sobre la base de una total independencia dentro de los consejos regionales. El rechazo de esta propuesta impedirá que sean representados las y los que votaron por nosotros.

En lo que concierne a la hipótesis de mantención de las listas comunes en la segunda vuelta, propusimos que fueran discutidas caso por caso y que no figurasen dentro del protocolo de acuerdo. El rechazo de esta vía vuelve a dejar creer que la extrema izquierda será indiferente a la eventualidad de que la derecha tome la dirección de las regiones con la extrema derecha.

Propusimos finalmente que las listas comunes fueran un medio para expresar un "no" anticapitalista al proyecto de Constitución europea. Al oponerse, nuestros camaradas han tomado el riesgo de que la campaña LO-LCR de junio próximo se vea atrapada en una mayor encrucijada. El XV congreso lanzó un llamado a todas y todos los militantes sindicalistas, asociativos, feministas, militantes comunistas, socialistas, ecologistas, corrientes que vienen de la izquierda tradicional, grupos regionales… que "busquen una alternativa política para el mundo del trabajo". Nos felicitamos por esto. Este llamado responde a múltiples búsquedas de una salida política a las luchas. Fija una perspectiva concreta para el próximo periodo. Pretendemos, de nuestra parte, participar activamente en su puesta en marcha. Felicitamos igualmente que el congreso se haya pronunciado a favor de una campaña unitaria por un "no" de la izquierda a la Constitución de la UE, y por un referéndum.

La LCR es una organización viva, abierta a las expectativas y las búsquedas que se expresan dentro del movimiento social, como lo confirma la adopción de nuevos estatutos. No dudamos que sabrá reaccionar como convenga ante las confrontaciones políticas que se anuncian. El llamado a una nueva fuerza política permite a los militantes continuar actuando en coherencia con su compromiso dentro de las luchas. A esta concretización deben ahora avocarse las y los que, con nosotros, han manifestados esta orientación política.

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Plataforma 4
Una vuelta de página

Registramos un pesado, muy pesado defecto político. Este congreso habría debido, habría podido ser un congreso "de alerta" en razón a los peligros que entraña la situación en Francia así como en Europa. No fue nada de eso.

Dentro de un clima irreal, marca la renuncia de la LCR a asumir sus responsabilidades políticas por preferir el encierro en compañía de Lutte ouvrière dentro de un "otro lugar" sin futuro. El texto de llamado a la construcción de una nueva fuerza política abierta a la izquierda no está más que para enmascarar la exclusión plasmada dentro del protocolo de acuerdo electoral de las y los que tiene una idea distinta a la de Lutte ouvrière de las luchas, de la vida, de la democracia y de la transformación del mundo.

El devenir de los acontecimientos confirma nuestra apreciación y nuestras previsiones. No ha habido huelga general interprofesional en el país simplemente porque ésta no era posible. Socialmente se registran nuevos retrocesos cada día y la derecha y la extrema derecha imponen el riesgo de acarrear por omisión las próximas victorias electorales frente a una izquierda fragmentada y sin un proyecto creíble. Una situación que nos es particular ya que ilustra una relación de fuerzas degradada en toda Europa, como lo muestran las derrotas ocurridas y su traducción política actual o futura en Alemania y Portugal, en Suecia y Suiza. La comparación con 1995 sobre el plan de las luchas y las salidas políticas posibles es, a este título, particularmente instructiva.

Hemos entrado en un período con un alto riesgo para lo que concierne a las conquistas sociales y las libertades públicas. El ascenso de corrientes populistas de extrema derecha lo atestiguan, los retrocesos sucesivos y acumulativos en el frente de las resistencias sociales lo confirman, los debates mal abordados sí, no a la "Constitución" Giscard, en lugar de una indispensable batalla por una constituyente dejan temer lo peor para Europa.

Hemos defendido metódicamente sobre todos estos puntos una orientación alternativa a la de la dirección de la LCR con el norte de la indispensable unidad de acción dentro de las luchas como de las urnas, declinada en tantas proposiciones prácticas desarrolladas dentro de nuestra plataforma y nuestras tribunas.

Los militantes de la LCR decidieron, mediante un plebiscito la orientación mayoritaria, sus procedimientos, su ceguera. La mayor parte de la minoría se prestó a un juego de falsas apariencias con el llamado a una nueva fuerza. Lutte ouvrière habrá tenido éxito en ganar "la hegemonía" dentro de la LCR sin la menor desleal maniobra entrista.

Estamos en contra de emprender ese acto, sin renunciar de ninguna manera a defender nuestras convicciones, aquí comprendidas mientras sea posible dentro de estas condiciones evidentemente más difíciles. Estamos, sin embargo, ausentes de la dirección de la LCR y los primeros signos organizacionales que anuncian que nos encontraremos con futuras tensiones ya se han abierto. Se ha dado vuelta una página.


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