Economía y Politica Internacionales

Cuatro grandes pelean su lugar en el futuro

 

Autor: Paul Kennedy

Fecha: 18/11/2003

Traductor: Silvia S. Simonetti

Fuente: Tribune Media Services Internationa


Un informe de Goldman Sachs destaca las posibilidades de crecimiento de Brasil, Rusia, China e India, si aciertan con políticas justas.


En la mitad de la Primera Guerra Mundial, Vladimir Lenin observó: "Medio siglo atrás, Alemania era un país miserable e insignificante, comparado con la fuerza de Inglaterra en aquel momento. Japón era igualmente insignificante, en comparación con Rusia. ¿Puede concebirse que en diez o veinte años la relativa fuerza de las potencias no haya sufrido cambios? Totalmente inconcebible".

Lenin se refería a un rasgo común de las relaciones internacionales: la ley del desarrollo asimétrico.

El poder económico y el militar van de la mano y cualquier inclinación de la balanza conducirá a un cambio en la relativa influencia de las naciones. Visto bajo esta luz, ustedes se interesarán en un nuevo estudio de un equipo de economistas y planificadores de Goldman Sachs, llamado "Soñando con BRIC: el camino a 2050".

BRIC —un nuevo acronismo en la jerga de los asuntos internacionales— se refiere a Brasil, Rusia, India y China. Son países grandes tanto en materia de territorio como de recursos, tienen una abultada población y, tal como afirma el equipo de Goldman Sachs, se van para arriba desde el punto de vista económico.

Ahora bien, la mitad del siglo XXI está muy lejos y tal como dice el proverbio inglés, "de la mano a la boca se pierde la sopa". Las cosas pueden salir muy mal y hacer proyecciones de largo plazo parece tonto. ¿Quién recuerda hoy los vaticinios que se hacían en los años 80 de Japón como el país número uno? Los economistas de Goldman Sachs están al tanto de estos escollos y los tienen en cuenta.

Su lenguaje es cauto y condicional. "Presumiendo que el porcentaje de crecimiento de la India se mantiene a equis por ciento por año, entonces lo siguiente es lo más probable....". Tienen razón en ser prudentes. Todo esto depende de que Brasil, Rusia, India y China persigan políticas que aumenten el crecimiento, como eliminar la corrupción, alentar la inversión, mejorar la infraestructura, mejorar la educación y mantener estabilidad política.

Teniendo en cuenta los vaticinios en materia de población para los cuatro países, sus recursos materiales y su atractivo para los inversores de mercados emergentes, el equipo de Goldman Sachs cree, por ejemplo, que Brasil puede crecer a un ritmo de un 3,6 por ciento anual en los próximos 50 años. Si uno considera el interés compuesto y conoce los vaticinios demográficos para Brasil se dará cuenta de que un ritmo de crecimiento de esta naturaleza significa que su ingreso per cápita será más de cinco veces más grande dentro de medio siglo.

Los pronósticos para China, India y Rusia son aún más brillantes. Rusia va a crecer más rápido que Brasil, pero va a detener su ritmo para la mitad del siglo. El aumento anual del PBI de China, de cerca de un 8 por ciento, lentamente va a decaer hasta un 5 por ciento, una cifra por la que morirían la mayoría de los países.

El vaticinio para la India es el más llamativo de todos. Un ritmo de crecimiento anual de entre un 5 y un 6 por ciento que no va a declinar en los próximos 50 años, conduciendo a un aumento de 35 veces en su ingreso per cápita. ¡Guau!

El equipo de Goldman Sachs está especialmente interesado en las implicancias de todo esto para los flujos globales de capital, las oportunidades de inversión y el enorme aumento en las monedas de esos estados. De hecho, quienes lean el informe BRIC podrían sentirse tentados a retirar los dineros de sus fondos de pensión que rinden tan poco y enviarlos a Nueva Delhi y a Río.

El informe es fascinante también por las implicancias para los equilibrios del poder del mundo entero. Si esta proyección se mantiene, Brasil habrá dejado atrás para 2025 a la economía de Italia y a la de Francia para 2031. Rusia superará al Reino Unido en 2027 y a Alemania en 2028. De hecho, el informe sugiere que para la mitad del siglo sólo los Estados Unidos y Japón figurarán entre las seis economías principales del mundo.

Todo esto no es una buena noticia para nuestra actual híperpotencia, los Estados Unidos, que será superada por China como economía más grande del mundo y seguida de cerca por la India. El norteamericano promedio seguirá gozando de un ingreso más grande que el de los habitantes de China y la India, pero la brecha se habrá achicado de forma significativa y estas dos potencias asiáticas van a poder —y esto nos vuelve a traer al punto de Lenin— igualar el gasto de defensa de los Estados Unidos.

La posibilidad de todo esto es un mundo para 2050 con tres potencias realmente grandes —China, Estados Unidos e India— y un puñado de otras medianas, como Japón, Alemania y Gran Bretaña. Otras, como Francia e Italia comenzarán a caerse del mapa (por la merma en su población y su lento crecimiento). Para Europa esto tampoco es una buena noticia y el mejor argumento para una verdadera unificación.

¿Cuáles son las perspectivas para estos escenarios? A pesar del cauto lenguaje del informe BRIC, sus autores confían en que sus proyecciones económicas de largo plazo son atinadas. Uno debe preguntarse, sin embargo, si se prestó la suficiente atención a los factores políticos que podrían afectar el futuro de estos cuatro grandes países.

¿Qué le pasará a la economía de la India si Pakistán explota en un conflicto cuyas consecuencias salpican al otro lado de la frontera? ¿Cómo puede una India de 1,5 millones de habitantes con ingresos y, por ende, niveles de consumo 35 veces más elevados que los actuales, evitar una destrucción total del medio ambiente? ¿Puede Brasil evitar levantamientos civiles y la destrucción de su medio ambiente? ¿Puede China, acosada por problemas internos, mantenerse unida? ¿Puede Rusia crecer realmente desde el punto de vista económico cuando está perdiendo 750 mil personas por año por muerte o emigración?

A los países les resulta muy difícil en realidad crecer y cambiar a tanta velocidad sin grandes convulsiones y reveses, tal como Rusia y China demostraron el siglo pasado.

Por consiguiente, hoy no sería el momento para colocar todos sus fondos de pensión en BRIC. Pero este llamativo informe su giere que desviar parte de su cartera a los cuatro gigantes que se vienen no sería tan mala idea. Pero algo más importante todavía es que esto sugiere que los políticos de Occidente que piensan que el actual orden mundial va a durar todo este siglo necesitan pensarlo con mayor seriedad.

* Historiador, universidad de Yale (EE.UU.)

Publicado por Clarín (Argentina)


     

 

   
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