Izquierda Marxista

Gran Bretaña: Una alternativa de izquierda, más allá de las encrucijadas

 

Autor: Paul Foot

Fecha: 6/12/2003

Traductor: Guillermo Crux, especial para PI

Fuente: Socialist Review, diciembre 2003


Paul Foot plantea los fundamentos para una coalición de unidad de la izquierda

La inmensa manifestación contra Bush el 20 de noviembre abrió una vez más la contradicción cada vez más intolerable en la izquierda británica. Estas manifestaciones en 2003 fueron mucho mayores que cualquiera de los años sesenta, o inluso en cualquier otro momento antes o después, y sin embargo, cuando la muchedumbres se dispersa, hay muy pocas señales de algún resultado político. La enorme mayoría laborista ni siquiera puede impedir que el parlamento de otro paso más hacia la privatización del servicio de salud. La oposición conservadora gira aún más a la derecha y coquetea con un retorno a la pena capital, y los demócratas liberales, aunque pretenden oponerse a los guerreristas, siempre están sumamente nerviosos ante cualquier tipo de oposición franca al establishment capitalista e imperialista. Es inútil dar un paso atrás y lamentarse frente al hecho de que no hay ninguna representación para el movimiento político más grande de los tiempos modernos. La pregunta es: ¿qué se puede hacer?


Hay muchas señales de que las movilizaciones de masas contra la guerra reflejan una hostilidad profunda frente al gobierno alrededor de muchos otros problemas. Cada vez que es posible plantear alternativas socialistas - la propiedad pública y la educación comprensiva - la gente responde con entusiasmo. ¿Cómo podemos combinar eficazmente estas actitudes para lograr un impacto real frente al consenso entre el laborismo blairista, los conservadores y los liberales? ¿Y cómo podemos hacerlo sin tropezar una vez más con el obstáculo que ha retrasado a los socialistas durante tanto tiempo - el sectarismo?


Cuando un conjunto de organizaciones socialistas formó la Alianza Socialista en 1999, el objetivo principal era presentar un frente único de organizaciones cuyos miembros ya no consagraran su tiempo y energía a atacarse entre sí. La alianza ha tenido mucho éxito en un tiempo bastante corto. Pero no ha dado el gran paso adelante que muchos de nosotros esperábamos. De hecho, algunas de las organizaciones fundadoras han dejado la alianza y se han estancado una vez más en un aislamiento glorioso e inútil. El gran éxito de la alianza en Inglaterra y Gales - la elección de Michael Lavalette en Preston - fue logrado por un esfuerzo genuino de buscar y representar a un gran número de personas en Preston que estaban contra la guerra y el racismo. En otros lados, la alianza ha tenido menos éxitos, incluso en Brent East donde, frente a un trasfondo de profunda desilusión con el gobierno y un excelente candidato de la alianza, sólo logramos diferenciarnos del montón de candidatos independientes que desordenaron y dividieron la oposición de izquierda. Si queremos avanzar en la tarea vital de transformar la oposición de masas en una fuerza socialista de combate, necesitamos mirar una vez más la organización y la estructura de la izquierda británica.


Los ladrillos para formar una nueva estructura están a la vista de todos. La expulsión de George Galloway del Partido Laborista por su oposición a la guerra en Irak; la hostilidad hacia Blair y compañía entre grandes cantidades de activistas sindicales, incluyendo a líderes como Bob Crow, Mark Serwotka y Dave Ward, y la aversión creciente hacia el capitalismo que surge de las organizaciones como Globalise Resistence, el Foro Social Europeo y muchos elementos del movimiento verde. En todos estos sectores, hay un reclamo común por nuevas organizaciones, de base amplia enraizadas en la comunidad, que entren más profundamente en la conciencia popular que lo que la alianza lo ha hecho hasta ahora.

Un argumento así se puede llevar fácilmente demasiado lejos. Una coalición que se llama algo así como 'Paz y Justicia' por ejemplo, me parece indeseable - no sólo porque significa todo tipo de cosas paratodo el mundo sino principalmente porque parece rechazar la alternativa socialista en un momento en que el planteo de soluciones socialistas es más fuerte y más popular que nunca. Por otro lado, el nombre y las intenciones de toda nueva coalición necesitan comprometer la mayor cantidad de gente posible, aun cuando no se consideren en un principio como socialistas. Los principios deberían ser lo más simples posibles - por la propiedad pública y la educación comprensiva, y contra la privatización, el imperialismo, la guerra en Irak, el gobierno del New Labour y sus aliados conservadores y liberales. El objetivo simple de la nueva coalición debe ser recapturar algo de la lealtad a las ideas y los principios socialistas que inspiraban a la gente a hacer campaña y votar al laborismo. Los candidatos que se presenten a elecciones por la nueva coalición deben explicar cómo hablarán y votarán en todos los problemas pertinentes. En Londres, por ejemplo, mientras Blair, Prescott y Clarke proceden a desmantelar el sistema comprensivo de educación, los candidatos de la coalición, local y nacionalmente, precisamente deben partir de cómo piensan luchar - como consejeros electos, miembros de la asamblea y parlamentarios - por restaurar y mejorar las escuelas comprensivas.


El acercamiento de la coalición a las organizaciones que la integran debe ser tolerante e impaciente: tolerante del derecho de los partidos individuales a proceder con su propia agenda, impaciente frente a cualquier esfuerzo por capitalizar sectariamente por fuera de la coalición. Yo espero que mi propio partido, el Partido Socialista de los Trabajadores (SWP), entre a una nueva coalición de esas características con todo el entusiasmo con el que nos integramos a la Alianza Socialista, y trabajar tan poderosamente como podamos hacerlo para la nueva coalición, con la esperanza, pero no la condición, de que su éxito debe ser nuestro éxito.


El enorme encuentro llamado 'La Política Británica en la Encrucijada" que tuvo lugar en Londres el 29 de octubre sentó las bases para esa nueva coalición. Espero que proceda rápidamente. No tenemos tiempo para perder.


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