Irak, Medio Oriente y Asia

Irak: Cálculo de un Fuerza Nativa

 

Autor: Editorial

Fecha: 7/12/2003

Traductor: Isidoro, especial para PI

Fuente: Stratfor



Resumen

La Autoridad Provisional de la Coalición está en proceso de establecer una fuerza de contrainsurgencia nativa que compromete a hasta 850 tropas de cinco facciones políticas mayoritariamente chiítas y kurdas. Esta movida tiene el potencial de fomentar refriegas sectarias-comunales si los chiítas y kurdos al interior de la fuerza nativa se unen contra los sunitas. La nueva estructura también podría ser causa de alarma entre los vecinos sunitas de Irak, como Jordania y Egipto – y particularmente Arabia Saudita.

Análisis

Milicianos chiítas y kurdos están listos para formar parte de una nueva fuerza apoyada por la coalición para combatir la insurgencia guerrillera que lleva ya 7 meses. La fuerza comprometerá a 750-850 tropas reclutadas de cinco diferentes facciones etno-políticas iraquíes y será emplazada en y alrededor de Bagdad. La nueva unidad, del tamaño de un batallón, trabajará bajo la supervisión de la Fuerzas Especiales de EE.UU. y reclutará a sus miembros del Acuerdo Nacional Iraquí, el Congreso Nacional Iraquí, el Concejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak, el Partido Democrático del Kurdistán y la Unión patriótica del Kurdistán.

Este es el primer paso hacia un eventual traspaso de la seguridad iraquí a una fuerza militar nacional integrada por una mayoría de fuerzas chiítas y una minoría de kurdas. La meta es neutralizar la resistencia de los sunitas. Washington también puede estar tratando de evitar que los chiítas asuman demasiado poder –-y/o detener una posible secesión Kurda – creando esta fuerza multicomunal.

La creación de esta fuerza representa un giro estratégico importante para la Autoridad Provisional de la Coalición (o CPA, Coalition Provisional Authority. NT) liderada por EE.UU. y el IGC (Concejo de Gobierno Iraquí. NT). Su formación permitirá a la CPA avanzar en comprometer a los iraquíes con la seguridad nacional. Obviamente, nadie espera que este único cambio satisfaga ese objetivo. Este pequeño prototipo de un futuro ejercito iraquí post-Hussein, sin embargo, permite a la CPA estimar la viabilidad del producto final visionado. Sirve como un modelo para evaluar la reacción pública, la eficiencia de la fuerza, su cohesión y su habilidad para desarrollar la tarea asignada: la contrainsurgencia. También sirve como una oferta para los actores sunitas que podrían estar deseosos de hacer un trato con la CPA-IGC.

Por el otro lado, Esta fuerza permitirá a las facciones al interior del IGC a catapultarse de ser entidades regionales, étnicas con milicias separadas a ser entidades políticas nacionales. Ni una facción es lo suficientemente fuerte para actuar sola como la voz nacional. El IGC es un cuerpo bastante inefectivo. Al contribuir activamente con fuerzas a los esfuerzos de la CPA, cada facción –- con ayuda de Washington – podría tener la oportunidad de acrecentar su posición y estatus a una más amplia escala nacional.

Aún siendo que los preparativos de la CPA-IGC llaman a formar una milicia no partisana, una fuerza dominada mayormente por chiítas y kurdos acentuará la percepción de alienación entre las tribus sunitas, muchas de las cuáles han apoyado la insurgencia. Esto podría conducir a un mayor apoyo sunita a las guerrillas y crear caos en Irak central. La percepción de un entidad política dominada por los chiítas sofocando lo que bajo toda medida es una resistencia liderada por los sunitas reverberará en las capitales árabes cercanas ya preocupadas por un Irak dominado por chiítas apoyados por Irán. Si las cosas se salieran de madre, algunos gobiernos árabes podrían tirar su peso detrás de las guerrillas. Desde luego, irán sólo tan lejos como para evitar irritar a Washington.

Los chiítas, que confían en que emergerán a la cima en el proceso electoral anticipado, están tratando de venderse como los mayores jugadores políticos nacionales. Ellos ven el contribuir con miembros a una fuerza nativa como una manera no solo de expander su influencia política, sino también de endentarla. Los kurdos también quieren su parte en el Nuevo Irak más allá de la autonomía regional de que disfrutaron durante el período de 12 años entre las dos guerras del Golfo. Las dos facciones que constituirán la nueva fuerza tampoco es probable que se desprendan de sus identidades subnacionales, lealtades y relaciones –- al menos no fácilmente. Por tanto, la competición será problemática en términos del desempeño de la fuerza.

Este plan funcionará solo si la CPA y el IGC han convencido con éxito a suficientes tribus sunitas de apoyar la iniciativa. Hay muy pocos, si es que hay alguno, sunitas en los grupos participantes, lo que podría causar que la movida se torne contraproducente si los kurdos y chiítas unen fuerzas contra los sunitas.

La política intra-chiíta e intra-kurda también podría afectar a la fuerza: las diversas facciones dentro de cada comunidad tendrán que diseñar su propio plan de reparto de poder. Cada grupo está buscando asumir una postura nacional, y las rivalidades entre ellos lindan con convertirse en disrupciones. Si, a pesar de todo, consiguen superar sus rivalidades, no presagia nada bueno para los fortunas políticas de los sunitas.

Quizás los observadores más concernidos de estos acontecimientos sean los estados árabes sunitas vecinos como Egipto, Jordania y Arabia Saudita. Jugaron un rol significativo en evitar que Turquía mandase tropas a Irak, y sus posiciones probablemente influenciarán la concreción de cualquier fuerza nativa. Ciertamente no querrán una fuerza militar dominada por chiítas o kurdos debilitando la influencia sunita en el país. Trabajarán con vistas a incorporar un contingente sunita en la fuerza military para así evitar un alineamiento chiíta-kurdo contra los sunitas de Irak.

La CPA quiere que la pelota empiece a rodar tan pronto como sea posible para tener una fuerza nativa iraquí presta y funcionando. Las facciones del IGC quieren capturar espacio en Bagdad. Que resulta de la insurgencia dependerá mucho de cómo trabajarán juntas las diversas facciones que contribuyan en esta nueva fuerza carente de nombre.


Publicado el 5 de Diciembre, 2003


     

 

   
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