Intelectuales y Académicos

“La Creciente Fuerza del Foro Social Mundial”

 

Autor: Immanuel Wallerstein

Fecha: 7/2/2004

Traductor: Victoria Rouge-especial para P.I.

Fuente: Fernand Braudel Center


Comentarios Nº 130

La reciente cuarta reunión del Foro Social Mundial (FSM) en Mumbai (India) –del 16 al 21 de enero, 2004- fue un gran paso adelante para el sostenido crecimiento de la fuerza del Foro Social Mundial. En cinco años, se ha convertido en un actor principal en la escena mundial. Hay tres momentos de origen en esta historia. El primero fue la muy exitosa protesta de masas ante la reunión en Seattle de la Organización Mundial del Comercio en noviembre, 1999. Un gran grupo de protestantes, la mayoría estadounidenses –una coalición poco común entre sindicalistas de AFL-CIO, activistas ambientalistas y anarquistas- pudieron obstaculizar la reunión. Dos meses más tarde, en enero del 2000, en Davos, un grupo de unos 50 intelectuales de todo el mundo probaron una táctica diferente, organizar un “anti-Davos en Davos”, buscando darle prensa mundial a los argumentos anti-neoliberales. Y en febrero del 2000, dos líderes brasileros de movimientos populares, Chico Whitaker y Oded Grajew, fueron a París para hablar con Bernard Cassen, Director de Le Monde Diplomatique y presidente de Attac-Francia. Los dos brasileros sugirieron a Cassen que unieran fuerzas y que lanzaran una reunión mundial que combinara la protesta masiva y el análisis intelectual. Convinieron esto para Porto Alegre, Brasil, al mismo tiempo de la reunión del año 2001 del Foro Económico Mundial en Davos. Lo llamaron el Foro Social Mundial, y Cassen dijo que el objeto era “hundir a Davos”.

Porto Alegre en el 2001 esperaba unos 1.500 participantes. Fueron unos 10.000. La mayoría de los participantes en el 2001 eran de Latinoamérica, Francia e Italia. Los principios básicos del FSM eran que era un “lugar de reunión abierto” para “grupos y movimientos de la sociedad civil que se opusieran al neoliberalismo y a la dominación del mundo por el capital y cualquier forma de imperialismo”. Su lema era “otro mundo es posible”. Era un “proceso”, no una organización. No tomaba posiciones como tal, ni hacía propuestas de acción, pero podía generar tales posiciones y propuestas por algunos o todos los que toman parte del FSM. Era “plural, diverso, no-confesional, no-gubernamental y no-partidario” y actuaba de “manera descentralizada”. En resumen, no había jerarquía ni disciplina organizacional.

Las fómula era original y muy diferente de los movimientos antisistémicos históricos, incluyendo a los comunistas y otras Internacionales. Y fue un suceso. La segunda reunión en Porto Alegre atrajo a 40.000 participantes, incluyendo ahora a un gran grupo de Norteamérica. El tercer, en el 2003, tuvo entre 70-80.000 participantes. Vinieron toda clase concebible de movimientos, reformistas y revolucionarios, toda variedad de personas oprimidas o marginales, la Vieja Izquierda y la Nueva Izquierda, movimientos sociales y ONGs. También vino un número creciente de figuras políticas. La prensa mundial le prestó más atención.

Pero hubo problemas. Los tres más grandes fueron: (1) una tensión entre los que insistían en retener la fórmula de un foro abierto y los que querían ver al FSM convertido en un “movimiento de movimientos”, quizás eventualmente otra “Internacional”; (2) un grado de participación inadecuado de Asia, África y Europa central del este; (3) debates sobre la estructura interna y la base del FSM –¿cuán democrático y cuán independiente era como estructura? Estos tres problemas fueron probados en la reunión de Mumbai, la primera que se realiza fuera de Porto Alegre.

El concepto de un foro abierto es visto por los fundadores originales como el elemento clave que le da la fuerza al FSM. Argumentan que cualquier desviación de esa fórmula llevará a exclusiones y convertirá al FSM en otro movimiento sectario más. Para garantizar la apertura del foro, la carta constitucional de principios ha impedido “representación de partidos” y de “organizaciones militares”. Fue difícil darle fuerza ya que tanto partidos como movimientos guerrilleros fueron de todas maneras, a través de organizaciones de frentes. Y fue controversial ya que muchos participantes no veían razón por la cual impedir la participación de estructuras partidarias (siempre y cuando no estuvieran en posición de controlar). Y las organizaciones guerrilleras también incluían a los zapatistas, que se consideran una organización militar, aún si su acción militar ha sido virtualmente nula, y por supuesto la mayoría de los participantes tenían mucha simpatía hacia los zapatistas, incluso los consideraban un modelo de movimiento.

Cuando el Foro se mudó de Brasil a India, de un país en el cual la mayoría de los movimientos habían más o menos apoyado al Partido dos Trabalhadores (PT) y por lo tanto no necesitaban la presencia formal real del PT a un país en el que los movimientos estaban divididos entre muchos partidos y donde los partidos eran la organización de masas clave, el comité organizativo de India abandonó las reservas sobre los partidos. Aún, la proscripción contra la violencia llevó a una división entre los indios. Un pequeño movimiento maoísta organizó un contra-foro, llamado Resistencia Mumbai [Mumbai Resistance] –en el 2004, en un terreno en frente del FSM. Y denunciaron al FSM como una combinación de trotskistas, socialdemócratas, organizaciones reformistas de masas, ONGs financiadas por las transnacionales- en resumen, un disfraz del quietismo y la contrarrevolución. Atacaron especialmente el concepto de un foro abierto (un mero talk show, dijeron), el slogan (no “otro mundo”, sino el socialismo como objetivo, dijeron), y el financiamiento del FSM (el hecho de que el dinero vino en el pasado de la Fundación Ford.

Pero Resistencia Mumbai fue un espectáculo menor, que estimuló buenas discusiones en el FSM, pero que sólo atrajo al 2% de los asistentes al FSM. Con respecto a la acción del FSM, muchos señalaron que las manifestaciones mundiales del 15 de febrero del 2003 en contra de la guerra contra Irak fueron inspiradas y organizadas por participantes del FSM. Así que, al final, todos parecieron estar de acuerdo en que el FSM debía retener el concepto de foro abierto pero quizás encontrar alguna forma para aceptar e institucionalizar grupos que quisieran tomar acciones en común. Ya hay una asamblea de movimientos, que se reúnen en el FSM, y pasan resoluciones y proponen acciones concretas. Están planeando una manifestación mundial el 20 de marzo del 2004, el aniversario de la invasión de EE.UU. a Irak.

El deseo de expandir el alcance geográfico del FSM estaba detrás de la mudanza a Mumbai, y fue un éxito espectacular. En el 2002, según un organizador indio, ni 200 personas en India habían oído hablar del FSM. En el 2004, cientos de organizaciones, y más de 100.000 personas de India asistieron, provenientes de todos los grupos sociales concebidles –al menos 30.000 dalits (intocables), adivasi (pueblos tribales), y mujeres por todas partes. Además, contrario a la cultura política previa de la India, representaban un amplio espectro de visiones, trabajando todas juntas. El FSM volverá a Porto Alegre en el 2005 y planea ir a África en el 2006.

Finalmente, la estructura interna del FSM fue un tema debatido abiertamente. Se fundó un consejo internacional en el 2001, con unos 150 miembros, todos co-optados. Es ampliamente representativo, pero ciertamente no electo. Porque si fuera electo, el FSM se convertiría en una estructura jerárquica. ¿Pero es “democrático”? El consejo internacional realmente toma decisiones –dónde serán las reuniones, quién hablará en las sesiones de la reunión (las “estrellas”), y quién puede o no ser excluido para asistir. De seguro, la mayoría de las sesiones se organizan de abajo para arriba. En Mumbai, hubo alrededor de 50 “seminarios” simultáneos en cada periodo de reunión, todos en efecto autónomos. En las sesiones que analizaban la estructura del FSM, la presión era para que fuera más abierto en la toma de decisiones, una manera de que los participantes tuvieran más peso en las decisiones. Y todo esto, sin convertir al FSM en una estructura jerárquica. No es fácil, pero por lo menos es debatido públicamente.

Uno no debería perderse la evolución de los énfasis temáticos. En Seattle, el objetivo era frenar la OMC. Luego de Cancún en el 2003, la OMC ha retrocedido como una amenaza importante. De hecho, si bien el FSM todavía lucha contra el neoliberalismo, el sentido es que el FSM ha marcado una diferencia real, que si Brasil e India están ahora siguiendo una línea diferente, es en gran parte por la presencia del FSM. La reunión de Davos casi no fue mencionado este año, pero si hubo un villano en todos las pancartas este año, en todas las marchas en Mumbai, fue George W. Bush. El cartel de una organización de mujeres paquistaníes capturó el sentimiento: “Cuando venga Bush, resiste.”
Los participantes líderes del FSM son concientes de que hacer el FSM es como andar en bicicleta –continúas hacia adelante o caes. Por el momento, el FSM está andando bien.


     

 

   
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