EEUU

Promesas, promesas

 

Autor: Bob Herbert

Fecha: 16/2/2004

Traductor: Celeste Murillo, especial para P.I.

Fuente: New York Times


Una de las razones principales de la caída de la credibilidad del presidente Bush es el descontento con los escenarios económicos que plantea la administración y la deprimente experiencia de la vida real de millones de familias norteamericanas.

Al Sr. Bush le gusta decir, “La economía de Estados Unidos es fuerte y se está fortaleciendo”. Recientemente dijo, “desde mayo del 2003 hemos visto crecer la economía al ritmo más rápido en 20 años”. Predijo que la prosperidad llegaría muy pronto “a cada rincón de Estados Unidos”.

El presidente necesita salir más. Podría visitar a los trabajadores y trabajadoras del estado de Carolina del Sur, que vieron cerrar las fábricas y desvanecerse sus empleos como luces en un apagón. Podría charlar con la gente que hace cola para conseguir sopa y comida desde Harlem hasta a Oklahoma y más allá. Podría ir por el Pacific Northwest o Silicon Valley, y escuchar a las familias devastadas por el colapso de los empleos de alta tecnología.

Cuando la CNN le preguntó a la Secretaria de Empleo, Elaine Chao, sobre el decepcionante informe de trabajo de enero (112,000 empleos fueron creados cuando se habían anticipado 150,000), dijo: “Bueno, el mercado de acciones es, después de todo, el último árbitro. Y el mercado estuvo muy fuerte esta mañana en respuesta a las noticias”.

Chao fue superada en el tono de sordera días más tarde por N. Gregory Mankiw, presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente, que aprobó la subcontratación fuera del país, incluyendo la subcontratación de empleos de alta calificación.

Luego de quejas de políticos republicanos –incluyendo al vocero de la Casa Blanca, Dennis Haster, que estuvo oyendo a legisladores llenos de ansiedad sobre el problema del empleo, un castigado Mankiw se retractó públicamente. Dijo en una carta al Sr. Haster que “mi falta de claridad dejó la impresión equivocada de que yo apoyo la pérdida de puestos de trabajo norteamericanos”.

Ningún palabrerío político difícil puede cambiar el hecho que la situación del empleo en Estados Unidos es alarmante, y el público se está cansando de las repetidas promesas de la administración de que la creación de empleo está a la vuelta de la esquina. (Si existe alguna creación de empleos se están yendo fuera del país).

Esta recuperación ha sido la más débil en términos del crecimiento del empleo. El Instituto de Política Económica encontró, que los trabajadores más calificados han sido los más golpeados, particularmente en el área de empleo a largo plazo.

“En todas las recesiones, los menos educados sufrieron desproporcionadamente”, dijo el instituto en un informe. “Sin embargo, la recesión actual y la débil recuperación son únicas ya que los trabajadores con una educación substancial son también víctimas económicas”.

La simple verdad es que la administración Bush se ha equivocado mucho, mucho en las proyecciones de creación de empleo, y el patrón de conducta parece continuar.

Un estudio conjunto realizado la semana pasado por el Instituto de Política Económica y el Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas encontró que “los niveles actuales de empleo en los últimos años cayeron por debajo de los pronósticos de la administración” y que “y es bastante improbable que el (actual) objetivo de la administración sea alcanzado”.

En el momento que salían los recortes de impuestos, la administración predijo que se crearían 5.5 millones de puestos de trabajo en los 18 meses entre julio del 2003 y el fin de este año. El estudio señaló que en los primeros siete meses de ese período, se crearon 296, 000- sólo el 5% de la proyección de la administración.

Los trabajadores estadounidenses están ahorcados. No se crean empleos en números substanciales. El lento ritmo del crecimiento debilitó el crecimiento del salario. Millones de norteamericanos están desempleados, en empleos para los cuales están sobre-calificados, o trabajando medio tiempo porque no pueden encontrar un trabajo de tiempo completo. Se están recortando los beneficios. Y se espera que la cantidad de trabajos que se realizan en el exterior crezca aceleradamente.

Todo esto se expande. ¿Qué podemos esperar de la próxima recesión? El presidente está en serios problemas políticos, en gran parte porque no ha presentado ninguna propuesta creíble para lidiar con estos temas, que son el corazón del estilo de vida norteamericano.


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