Irak, Medio Oriente y Asia

La Transferencia: La Política Presidencial de EE.UU. y El Autogobierno...

 

Autor: Steven R. Weisman

Fecha: 20/2/2004

Traductor: Isidoro, especial para PI

Fuente: New York Times


Washington, 18 de Febrero – En la administración Bush, se considera herejía sugerir posponer la planeada devolución de soberanía a Irak. Transferir el control para el 30 de Junio, dicen los agentes de la administración, es crucial para mitigar la angustia iraquí por vivir bajo ocupación Americana.

No obstante en las últimas semanas, diplomáticos y hasta algunos en la administración han empezado a inquietarse por que la fecha refleje más interés por la política americana que por la democracia iraquí. Su temor es que un gobierno improbado que tome el poder el 30 de Junio pueda no ser suficientemente fuerte como para soportar las presiones que amenazadoramente le salgan al cruce.

“Cuando fuimos a Irak, nuestro plan era tener un gobierno, construir una estructura y escribir una constitución que sería una fuente para un estabilidad de largo plazo,” dijo un agente de la administración. ”Ahora eso está fuera de alcance”.

Muchos en la administración dicen que mientras no tengan pruebas de que la urgencia para instalar un gobierno esta motivada políticamente, lo sienten como parte de un plan de la Casa Blanca para permitir que el Presidente Bush compita por la reelección mientras toma el crédito por establecer el autogobierno en Irak.

”Puedo fabricar todo tipo de argumentos sobre porqué necesitamos establecer la democracia en Irak sobre una base urgente,” dijo otro agente de la administración. “Pero cuando escuchas desde arriba que esto es lo que debamos hacer, y no puede haber cuestionamientos acerca de ello, suena como política.”

Esta semana, la administración está en la singular posición de insistir sobre el autogobierno iraquí para el 30 de Junio, mientras espera una recomendación del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, sobre como debe ser elegido y la forma que debe tomar el gobierno interino.

El enviado especial de Annan, Lakhdar Brahimi, fue a Irak para reunirse con líderes iraquíes, incluyendo al Gran Ayatolá Ali al-Sistani, para conseguir algún tipo de consenso sobre la forma de un gobierno interino.

Los Estados Unidos quieren que ese gobierno rija mientras son celebradas las elecciones a una legislatura constituyente, más adelante en el año o en el 2005. Eventualmente, se celebrarán elecciones para ratificar la constitución y establecer un gobierno iraquí permanente.

Agentes de la administración dicen que se le dijo a Brahimi que una opción que no debe aceptar es posponer la fecha de Junio 30 para la transferencia del poder. “Es una sagrada escritura,” dijo un agente de la administración.

Aún muchos expertos, incluidos algunos en la administración, también dicen estar preocupados de que tan rápida transición conlleve enormes riesgos. ¿Qué sucede, algunos se preocupan, si ocurre una crisis mayor, resultado de un asesinato o de la explosión de una bomba donde mueren muchos iraquíes?

¿Que sucede, por otra parte, si por accidente fuerzas americanas –que probablemente todavía retengan amplia autonomía y autoridad sobre la seguridad a lo largo del país- matan a un gran número de ciudadanos iraquíes? ¿Sobreviviría un gobierno iraquí tambaleante carente de legitimidad a un golpe como ese?

No tiene sentido, dicen muchos expertos, fijar un fecha determinada para entregar la soberanía antes de tener una idea de a que tipo de gobierno se le dará el poder ese día.

“Este es un cronograma enteramente dictado por Karl Rove,” dijo un diplomático árabe que mantiene contactos cercanos con la administración, refiriéndose al director político de la Casa Blanca. “Cualquiera que piense de otro modo es ingenuo.”

Una de las paradojas de la situación es que Francia, Alemania y otros países europeos estaban entre aquellos que el año pasado presionaban por una transferencia temprana del poder a un gobierno iraquí interino y para que las Naciones Unidas se hicieran cargo del proceso político de la transición a una democracia permanente.

Ahora estos países están fácilmente insistiendo en que si los Estados Unidos entregan el poder pronto, deben cumplir el otro término de la ganga aceptando un rol central para las Naciones Unidas.

El año pasado, la administración insistía en que no debía haber apuro en transferir la soberanía a Irak, citando la necesidad de conseguir una constitución escrita primero. Ese plan cambió el 15 de Noviembre, cuando L. Paul Bremer III, el administrador americano en Bagdad, fijo la fecha del 30 de Junio.

Los agentes de la administración se refrenan ante la sugestión de que la política ha jugado un rol en el anuncio de Bremer.

“Toda esta gente que piensa que no mover la fecha límite ayuda a Bush políticamente está simplemente equivocada,” dijo un agente. “No puedo entender por que todos piensan que si la entrega es tan desordenada como algunos dicen, eso sería ventajoso para el presidente.”

Según agentes de la administración, la fecha temprana fue escogida por Bremer el otoño pasado por sus frustraciones de no persuadir al Concejo de Gobierno iraquí escogido por América para acordar un procedimiento para escribir una nueva constitución. La fecha límite, se dice que razonó, encendería fuego bajo el concejo.

Bremer, dijo un ayudante, telefoneó a Condoleezza Rice en el otoño, encontrándola en el partido de fútbol Americano de los Washington Redskins, y ella lo urgió a volver para conferenciar con el Presidente Bush sobre un cambio de fecha.

“Fechas límite arbitrarias en la diplomacia de Medio Oriente son una mala idea, especialmente cuando se corresponden, aunque coincidentemente, con nuestro cronograma electoral,” dijo Noah Feldman, profesor de derecho en la Universidad de New York, quien ha
asesorado al Concejo de Gobierno iraquí sobre la redacción de su constitución.

“No es como si los iraquíes no tuviesen televisión,” agregó Feldman. “Todo el mundo en Irak cree que estas fechas límite son elegidas por la política electoral americana. Sin importar si la fecha límite fue elegida en Bagdad o en Washington, refleja claramente una política coordinada de la administración para acelerar el proceso. Esa es una estrategia de extremado alto riesgo.”

Publicado el 19 de Febrero, 2004


     

 

   
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