Economía y Politica Internacionales

China acumula problemas para el futuro

Autor: Philip Bowring

Fecha: 9/3/2004

Traductor: Celeste Murillo, especial para P.I.

Fuente: International Herald Tribune

La reciente reunión del Congreso Nacional Popular Chino ha demostrado tener un liderazgo pragmático y atento a los desafíos que enfrenta China. Pero también subrayó las contradicciones económicas y políticas del país, que hacen difícil resolver los problemas planteados.

La reacción exagerada de Beijing a los sentimientos democráticos en Hong Kong y Taiwan, por ejemplo, pone en riesgo problemas de política exterior, al mismo tiempo que divide a "compatriotas" en ambos lugares. En el congreso, el presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao utilizaron un lenguaje cauteloso y moderado que fue notado favorablemente en Taiwan y Hong Kong. Pero contrastó con la pomposidad "patriótica" y amenazante de otros, notablemente aquellos cuyas visiones encontraron una salida en Xinhua, la agencia oficial de noticias. El liderazgo fue socavado por aquellos que están ansiosos, por las razones que sea, por hacer énfasis en los temas nacionalistas.

La necesidad de mantener felices a los militares y a los interese nacionalistas se reflejó en el presupuesto estatal, que proporciona un 11% de aumento en el gasto de defensa mientras otros desembolsos generales se mantuvieron en un apretado 5% de aumento.

La rectitud fiscal tiene sentido macroeconómico en un momento cuando la economía estaba recalentada, en parte gracias a una masiva infraestructura pública así como otros gastos de inversión. Pero tiene menos sentido en un contexto donde el deseo expreso del gobierno es atender la inequidad de ingresos.

China admitió honestamente que tiene ahora la peor desigualdad de ingresos urbano-rural. Pero está buscando un enfoque para enfrentar el problema. Los impuestos a los granjeros serán reducidos, pero sólo gradualmente. La libertad de migrar a las ciudades está siendo aumentada día a día, para no desestabilizar las ciudades existentes. Se destinará más dinero para infraestructura y educación en áreas con desventajas, pero dentro de los límites de un apretado presupuesto.

El Congreso Nacional Popular Chino provee una válvula segura para un nivel moderado de descontento y le da a los líderes una oportunidad de mostrar que no son complacientes. Pero el poder reside en las ciudades, y particularmente las grandes y de alto perfil, como Shangai. Continúan recibiendo, de una forma u otra, todos los recursos que quieren, para estadios olímpicos, teatros de ópera y modernos sistemas de tránsito, así como crédito fácil para favorecer nuevas industrias. Las diferencias económicas son resultado directo de diferencias de poder político y económico.

No es solamente la mayoría campesina la que está pagando el precio de un desarrollo sesgado. También son los trabajadores en las industrias intensivas. Sus salarios bajos ayudaron al desarrollo de las industrias de alta teconología para la exportación, que llevaron al impresionante desarrollo de un sector de servicios urbano de altos ingresos con un gran nivel de ahorro. Esto, junto con el capital extranjero, financió el boom de inversiones de China.

Pero el desarrollo ha sido excesivamente del capital intensivo El crédito, distribuido en gran parte por los bancos del estado, fue mal invertido en proyectos de bajo rendimiento en manufacturas y bienes raíces. Los subsidios implícitos para inversión extranjera en empresas de alta teconología, como chips de computadora, son pagados por las industrias de menor tecnología y los granjeros.

Durante los últimos dos años, la inversión creció tres veces más que el nivel de ventas minoristas. El gobierno necesita de manera urgente ver bajar la inversión a niveles sostenibles, y un aumento de los ingresos para crear demanda de consumo. Pero está logrando resultados diversos en contener el crédito, que todavía está demasiado parejo con el crecimiento del producto bruto interno. El crédito también está demasiado ligado al crecimiento de las exportaciones, como para que el gobierno sea capaz de revaluar el yen, que ayudaría a los consumidores a compensar el impacto de los precios de materias primas que aumentan rápidamente, o empujar a sueldos más altos.

La combinación excepcional en China de poder político partidario, bancos controlados por el estado y funcionarios con inclinaciones hacia los negocios, ha permitido un desarrollo rápido pero ha acumulado problemas futuros, en los bancos y el ambiente, por ejemplo, así como en la espantosa distribución de ingresos, que Beijing todavía debe atender rigurosamente. Incluso el uso de China de reservas extranjeras para recapitaliar sus bancos es un proceso cuya contabilidad es dudosa, y no una cura frente a la falta de un sistema abierto de crédito manejado por el mercado.

Eso no es subestimar el progreso extraordinario de China en varios campos. Como mostró Brasil en la década de los '60, las economías de dos velocidades, manejadas por infusiones de capital en el sector moderno pueden tener éxito durante períodos prolongados. Pero el análisis práctico del liderazgo de los problemas no está acompañado por políticas diseñadas para lograr un crecimiento equilibrado. Tampoco ayuda el reciente combate a la "euforia irracional" extranjera alrededor de las perspectivas de inversión a los líderes de China a mantener sus pies en sobre la tierra y a mantener a raya a sus presumidos nacionalistas.