EEUU

La marcha continúa

 

Autor: Judith Lewis

Fecha: 23/3/2004

Traductor: Celeste Murillo, especial para P.I.

Fuente: LA Weekly


El movimiento pacifista afila su mensaje frente a un mundo confuso

La manera de juzgar al movimiento por la paz, dice Jim Lafferty, es cuánto de su lenguaje asoma en la temporada electoral. El director del Gremio Nacional de Abogados de Los Angeles, Lafferty, ha protestado contra las guerras desde la década de los ‘60; actualmente es parte del comité de conducción de la rama local de ANSWER “Si uno ve Vietnam”, dice, “se puede ver que cada ciclo de elección presidencial muestra cómo las movilizaciones por la paz se manifestaron en el cultura”. Este año, dice, será recordado como una victoria resonante: “Todos los candidatos se encontraron a sí mismos criticando la conducción de la guerra, si no la guerra misma. El movimiento pacifista jugó un rol en esto”.

No es que haya actuado solo. Howard Dean ayudó, como lo hizo Dennis Kucinich. También lo hizo George W. Bush. “El hecho que las armas de destrucción masiva haya resultado ser parte de una gran mentira”, dice Lafferty, “fue una gran manera de ayudar al movimiento por la paz a ganar los corazones y las mentes de los norteamericanos”.

Si ese éxito no se traduce en multitudes que se concentran en las calles de las ciudades el sábado (se refiere al 20 de marzo, N de T), un día de protestas globales por el aniversario de la invasión de EEUU, es porque en la oposición a todo lo que EEUU hizo en Irak, existen grandes desacuerdos sobre qué hacer entonces. “Todos en el movimiento pacifista odian la ocupación”, dice Andrea Buffa de la Campaña por la Paz de Global Exchange, “pero el movimiento por la paz no se une alrededor de una alternativa a la ocupación” Buffa dice que su organización intenta ser una voz de los iraquíes, pero cuando ella visitó ese país en enero, se encontró con tanta confusión como aquí. “Todos dicen que la ocupación es horrible, pero cuando se habla de qué habría que hacer”, están completamente divididos. Se oye de todo desde “Traigan a la ONU de vuelta”, “Se tienen que ir todos a casa y nosotros podemos gobernar nuestro país” hasta gente que temen una “guerra civil”.

Es difícil, admite, reunir a una multitud alrededor de algo como “EEUU es responsable!” Lo que no significa que no haya disidencia en el país. “Este es un momento tan diferente a antes que comenzara la guerra”, dice Buffa. “La imaginación de la gente fue capturada en ese entonces por la idea de que ellos podían parar una guerra antes de que empezara. Cuándo se dieron cuenta que no pudieron pararla, sus energías se dirigieron a echar a Bush -fueron y trabajaron para la campaña de Dean, o para Kucinich”.

La semana pasada, el grupo de activistas llamado Code Pink for Peae (Código Rosa para la Paz) desplegó una bandera de 40 metros delante de la Casa Blanca pidiendo que “despidan” a Bush, en el Día Internacional de las Mujeres. “Centenares de personas salieron”, dice la cofundadora de Code Pink, Jodie Evans, “y ni siquiera era una marcha oficial”. Como Buffa, Evans insiste en que las concentraciones son sólo un pequeña parte del movimiento; como Lafferty, ella ve el ímpetu de los activistas en la campaña presidencial. Pero también cree que un mensaje mejor podría servir a un movimiento más amplio. “Uno de los propósitos del movimiento de protesta en este momento debería ser dejar claro que Bush mintió”, dice, “y exigir una resolución e indagación acerca de eso”.

“Basta de ocupación –¿qué significa eso? Para la gente que no entiende que la presencia de EEUU allí, ha hecho de Irak una atmósfera propicia para el terrorismo, significa renunciar a nuestras responsabilidades.

“El movimiento anti-guerra viene de un lugar de responsabilidad”, continúa Evans, “y la gente todavía quiere usar su activismo responsablemente. Queremos hacer todo lo que esté en nuestro poder para lograr que la gente se mantenga unida. Necesitamos que nuestro mensaje sea menos confuso”.

Confusión o no, la protesta del sábado promete ser más extendida que cualquier otra manifestación coordinada antes. Más de 200 marchas han sido planificadas sólo en EEUU; habrá marchas en 50 países.

“Este es un movimiento pacifista que debe ser medido sobre bases mundiales,” dice Lafferty. “Todavía hay grupos que critican a otros, pero este sábado todo grupo en la ciudad ha aprobado la manifestación. Esa es una señal de que comprendemos que a pesar de cualquier diferencia que tengamos, nuestras metas comunes son más importantes”.

Buffa y Lafferty seguirán llevando carteles que digan “Basta de ocupación”, “porque los que hemos estado allí pudimos ver que no estamos haciendo que los iraquíes estén más seguros”, dice Buffa. “Estamos haciendo blancos de ellos”. Pero ella da la bienvenida a personas que no acuerden con esa posición en sus filas de todas formas. “Podemos unirnos alrededor de reconocer que la política de EEUU no era correcta, y continúa siendo equivocada”, dice. “Es como votar sin decir ‘este régimen tiene que cambiar’”. Incluso John Kerry podría marchar por eso.

Publicado en el número de Marzo/2004.


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