Irak, Medio Oriente y Asia

De mal en peor en Irak

 

Autor: Jim Lobe

Fecha: 19/9/2004

Traductor: Elisa, especial para PI

Fuente: Asia Times


WASINGTON – Después de semanas de huracanes y controversias sobre veloces botes en Vietnam y registros de las Guardias Nacionales de Alabama y Texas, Irak se está deslizando nuevamente a las primeras planas de los periódicos norteamericanos, y las noticias son uniformemente malas.
Consideremos algunas de los titulares que han aparecido esta semana en los principales diarios como el Wall Street Journal: “Los ataques de los rebeldes revelan una nueva cooperación: funcionarios temen que el reciente levantamiento violento en Bagdag derive de una creciente coordinación”; el USA Today: “Los insurgentes en Irak aparecen más poderosos que nunca”; y el New York Times: “La inteligencia norteamericana muestra pesimismo sobre el futuro de Irak”.
Estos titulares se cuidan de confirmar la conclusión de la última revista Newsweek sobre el futuro de Irak: “Es peor de lo que ustedes piensan”.
En contraste con estas historias, poniendo al lado otros titulares que detallan los atentados suicidas y otros ataques que han matado récords de iraquíes la semana pasada, la insistencia del presidente George W. Bush en que “nuestra estrategia esta siendo exitosa”, como afirmó en su discurso de campaña en una convención de la Guardia Nacional, aparece atrozmente falsa; este punto se ha hecho repetitivo no sólo por los Demócratas, sino también por algunos legisladores Republicanos como en una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el miércoles.
“Esto está más allá de lo compasivo, más allá del desconcierto”, notó el Senador Republicano por Nebraska, Chuck Hagel, quien ha sido muy escéptico de las reivindicaciones de la administración sobre lo bien que iba la ocupación en Irak. “Esto está ahora en la zona del peligro”, dijo.
Realmente, es ahora muy difícil encontrar algún analista por fuera de la administración de la campaña electoral de Bush que comparta el optimismo oficial.
Consideremos el caso de Michael O’Hanlon, un especialista en defensa del Instituto Brookings y ex funcionario del Consejo Nacional de Seguridad, quien ha estado entre los más confiados analistas independientes sobre la firmeza básica de la estrategia de Washington en Irak.
“A mi juicio, la administración está básicamente en lo correcto en que de conjunto, los esfuerzos en Irak están siendo exitosos”, testificó para un jurado del Congreso, diez meses atrás. “De acuerdo a los niveles de la guerra contrainsurgente, muchos más factores, aún admitiendo que no todos, aparecen trabajando en nuestro beneficio”.
Como sea, esta semana O’Hanlon, quien ha desarrollado un detallado índice periódico, publicado en el New York Times, que mide los progresos de EEUU en la pos-guerra en Irak, estaba cantando una canción completamente distinta sobre un foro financiado por Brookings y el Centro de Estrategia y Estudios Internacionales(CSIS).
“Estamos en un estado mucho peor del que yo pensaba que estaríamos nunca”, él dijo. “Yo no se cómo lo resolverán”, reconoció, agregando que su última esperanza era que de algún modo los EEUU pudiesen entrenar suficientes fuerzas de seguridad nativas de Irak dentro de un plazo de dos o tres años para mantener el país “cohesionado” y permitir una eventual retirada norteamericana. “Una ‘Libanización’ de Irak” era también enteramente posible, dijo.
Su conclusión tuvo eco en sus co-panelistas del CSIS, Frederick Barton y Bathsheba Crocker, quienes dirigen su propio índice que se apoya fuertemente en entrevistas con los mismos iraquíes, midiendo el progreso de la reconstrucción.
Conforme con los cinco criterios generales usados por ellos, el movimiento durante los pasados trece meses ha sido para la mayor parte “retrógrado”, particularmente en lo que respecta a seguridad, tema con el cual ahora consideran se debe ser precavidos en la zona de “peligro”.
“Problemas de seguridad y económicos continúan eclipsando y lanzando los esfuerzos por la borda”, incluyendo el cuidado sanitario, la educación y la gobernabilidad, de acuerdo con un informe sobre el proyecto aparecido la semana pasada. Entre otras cosas, éste nota que a pesar de la masiva construcción de escuelas y la implementación de programas de rehabilitación, va en aumento el número de niños que se retiran de éstos para ayudar a sus familias a sobrevivir en una economía donde casi la mitad de la población trabajadora permanece desempleada.
El creciente coro mediático de desesperanza exactamente empieza una semana atrás, unos pocos días después de que la brillante puesta en escena de la Convención Republicana en Nueva York había terminado, cuando la cantidad de muertos de las fuerzas armadas norteamericanas en Irak desde la invasión alcanzó los mil, y el New York Times publicó un artículo en primera plana titulado “EEUU concede a los rebeldes el control de algunas regiones iraquíes”.
Desde entonces, un numero de artículos han distinguido la violencia en aumento de la insurgencia, la cual se ha elevado a un promedio de más de ochenta ataques a blancos norteamericanos, cuatro veces el número de un año atrás y un 25% más alto que la última primavera, cuando EEUU hacía frentes a serios levantamientos en el Triángulo Sunita y en el sur.
Funcionarios de Washington habían predicho que los ataques se incrementarían agudamente justo antes del traspaso de la soberanía de la Coalición Provisional de Autoridades, bajo dominio de EEUU, al gobierno interino liderado por el Primer Ministro Ayad Allawi, en el pasado mes de junio, y luego que ésta se disiparía.
Pero, como observaba un artículo de primera plana en el Washington Post la última semana, más tropas estadounidenses fueron matadas en julio y agosto que durante la invasión inicial en marzo y abril del 2003. Las fuerzas norteamericanas han sufrido el doble de agresiones solamente en agosto que las que soportaron durante la invasión.
La escalada de violencia superior del verano está ahora siendo atribuida por funcionarios de la administración a los esfuerzos de los insurgentes para descarrilar las elecciones, ordinariamente programadas para enero.
El incremento de la violencia – particularmente en Bagdad y en el llamado “Triángulo Sunita”, donde Fallujah, Ramadi, Baguba y Samarra, entre otras ciudades, son controladas por los insurgentes – ha creado un serio dilema para los estrategas de la administración quienes, por un lado, rechazan la noción de que hay áreas “vedadas” para las tropas de la coalición, y, por otro, quieren mantener en un pequeño numero las bajas norteamericanas y que no aparezcan en los programas de televisión y las primeras planas, particularmente antes de las elecciones en Noviembre en EEUU.
Como resultado, ellos parecen haberse asentado en una estrategia – bombardeando desde el aire supuestos escondites de insurgentes – que promueva la subordinación de la población civil. “Yo no creo que se pueda aplastar ciudades y esperar ganar el apoyo popular”, acotaba el miembro de la CSIS, Barton.
“Esta es la clásica contradicción de la contrainsurgencia”, dijo Steven Mezt, especialista en estrategia del Colegio de Guerra de la Armada Norteamericana. “En el largo plazo, ganar a la gente importa más. Pero puede ser que, en el corto plazo, debas olvidarte de ello para aplastar a los insurgentes. Ahora mismo, estamos tratando de decidir si hemos llegado a ese punto o no. En Vietnam, esperamos demasiado.”
Mientras tanto, tanto los analistas independientes como los de la armada norteamericana creen que la insurgencia, sobre la cual la administración sigue afirmando que sólo consiste en “terroristas suicidas” baathistas, extranjeros “jihadis” (alzados en jihad, guerra santa. NT) y criminales, ha crecido de aproximadamente 5.000 personas hace un año a 20.000, y posiblemente sean significativamente muchas más.
“La línea final es que en este momento estamos perdiendo la guerra”, dijo el jueves al periódico USA Today el coronel retirado Andrew Bacevich de la Universidad de Boston. “Eso no significa que está perdida, pero estamos perdiendo, y como observador es difícil para mí ver que los líderes civiles o los líderes militares tengan alguna idea plausible de cómo dar vuelta esto.”

Publicado el 18 de Septiembre, 2004


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