Economía y Politica Internacionales

El encantador desenlace de Cancún

 

Autor: Editorial

Fecha: 18/9/2003

Traductor: Lujan Salas, especial para PI

Fuente: The Economist


Campeones de la pobreza del mundo están celebrando el colapso de la conversaciones de comercio global. Algunos campeones.
“Victoria para el pueblo” vitoreó un comunicado de prensa de un grupo de activistas globalifóbico, Food Fisrt (primero comida), después del quiebre de las conversaciones en Cancún el 14 de Septiembre. Esta felicidad es ampliamente compartida por los defensores de los países en vías de desarrollo e incluso por muchos gobiernos de países pobres. ¿Buenas noticias desde Cancún? Que basura más escandalosa. El fracaso salió no por principios, ni por un cálculo inteligente, sino por cinismo, delirio e incompetencia. Va a dejar a la mayoría de la gente del mundo mucho pero – y sin duda alguna, lo que más van a sufrir son los pobres del mundo.
Al menos, el fracaso de Cancún ha retrasado el progreso hacia concluir una ronda de comercio que le hubiera dado a los países pobres las mayores ganancias económicas. Lanzado en la capital de Qatari, Doha, en noviembre de 2001, la ronda de comercio de Doha fue explícitamente dedicada a ayudar a los países pobres. Su principal meta era bajar las barreras de comercio a las áreas donde el libre cambio ayudaría más a los países pobres, especialmente a la agricultura. Con la ronda de Doha con poca ropa, el día en que los países ricos repelan sus grotescos subsidios al agro y los países pobres puedan finalmente vender productos textiles al mundo rico sin enfrentar tarifas punitivas ha sido empujado muy para adelante, muy a futuro. Las chances de concluir la ronda para el límite originalmente establecido del 31 de Diciembre de 2004, son ahora sólo ilusiones. Terminarla en alrededor de cinco años va a ser difícil.
Como si esto no fuera lo suficientemente malo, el colapso en México puede haber herido mortalmente al sistema de tratados multilaterales en sí mismo—un sistema que, por más de la mitad de un siglo, ha apuntalado la prosperidad global. Desde que el Acuerdo General de Tarifas y Comercio se firmó en 1947, con su principio básico de que las tarifas no deben discriminar entre países, el comercio ha sido gobernado por reglas multilaterales. La Organización del Comercio del Mundo(WTO), creada en 1995 como un sucesor al GATT, es el núcleo de sistema. Con 148 miembros (Camboya y Nepal se unieron hace apenas días), el WTO es el foro único de comercio en que las necesidades de los países en vías de desarrollo se pueden dar el peso completo. Las decisiones allí son alcanzadas por consenso; cada país, por pequeño o pobre que sea, tiene poder de veto. En ningún otro lugar los países más pobres tienen semejante peso.
El colapso de Cancún deja a todo el sistema en peligro. Viene después de menos de cuatro años después de un fracaso semejante en Seattle en 1999, donde los esfuerzos por lanzar conversaciones comerciales falló en medio de la violencia callejera. Después que dos derrotas abyectas en cuatro años, el WTO está en un problema enorme. Si se vuelve enteramente irrelevante el desarrollo de las políticas de comercio _ como puede ocurrir, y como muchos gobiernos y activistas parecen desear – el mundo en desarrollo va a lamentar las consecuencias amargamente con el pasar de los años venideros.
A quién culpar
El derrumbe fue enteramente innecesario. Los ministros de comercio no estaban tratando de llegar a un arreglo final en la ronda de Doha; no estaban siquiera tomando la difícil decisión sobre cuánto exactamente abrir sus economías. El propósito de Cancún era mucho más limitado: ser un tiempo para convenir sobre los principios para las negociaciones futuras. Es extraordinario, y de lo más vergonzoso, que los ministros hayan fallado aún en esto.
Todos preocupados señalas con el dedo, como uno podría decir, unos a los otros. De hecho, casi todos los involucrados merecen críticas. Por todas las promesas realizadas en Doha, los países ricos no pueden ver más allá que los intereses de sus propios granjeros. El desgano de EEUU para limitar sus subsidios al algodón –que tiene un especial efecto severo en los productores de los países pobres – es imperdonable. Así también Japón es inflexible en la defensa de sus granjeros del arroz. Y a pesar de todos sus promocionados esfuerzos de reforma, la Unión Europea sigue siendo la más atroz subsidiante del agro de todos. Europa se merece también ser culpado de tratas de empujar a los países pobres a negociar las reglas sobre inversiones, competencia, procedimientos de gobierno y facilitación de comercio, cuando claramente la mayoría de ellos no quería hacerlo.
Mas los países ricos no destruyeron Cancún por sí mismos. Muchos países pobres vieron la ronda de Doha, y su promesa de ser pro-probres, como una excusa para hacer demandas al mundo rico de no hacer nada por bajar sus propias barreras comerciales. Olvidaron que las conversaciones de negocios requieren compromiso. Incitados por una banda de activistas, demasiados políticos del tercer mundo se descarriaron por la emoción de decir no – ignorando el hecho de que los países pobres actualmente tienen más que ganar por bajar sus barreras aduaneras que por persuadir a los países ricos de que bajen los suyos. De acuerdo al Banco Mundial, más del 70% de los beneficios que los países pobres pueden llegar a ver de la ronda de Doha podría venir de liberar el comercio entre ellos. Negándose a comprometerse, los países pobres han venido de lejos sin nada.
Dirigiéndose a un mundo fracturado
Optimistas, sigue habiendo unos pocos, señalan que las rondas de comercio previas han llevado más tiempo que lo pautado para completarse. La ronda de Uruguay llevó ocho años en vez de los tres planeados. Por ahí, la ronda de Doha puede ser revivida después de todo.
Si así fuera, la perspectiva parece remota. Una elección presidencial se asoma en EEUU: los campesinos hambrientos no son un distrito electoral que presione. . La Unión europea, con diez miembros nuevos por absorber, estará distraída también. En todo caso, las energías de negociadores de los países ricos siempre se pueden desplegar en una diferente—y, como ellos lo verían, más efectiva—dirección. Los acuerdos comerciales bilaterales y regionales son ya a favor con la administración de Bush. En este escenario, los países pobres tienen mucho menos vaivén que lo que tendrían en el WTO; por eso los legisladores norteamericanos prefieren dichos tratados. América persigue un acuerdo comercial regional para las Américas, ha firmado tratados bilaterales con Chile y Singapur, ha empezado discursos bilaterales con 14 otros países, y promete muchos más.
De esta manera yace la fractura del sistema de comercio global. Sumado al peligro del crecimiento del sentimiento proteccionista en EEUU. Para la década pasada, América ha sido el motor principal de la economía mundial: su déficit en el comercio y sus deudas con los extranjeros han, por lo tanto, crecido. El déficit de comercio, particularmente cuando escasea el trabajo, incrementa las demandas de protección.
China, con su gigantesco y creciente tratado de superávit bilateral con EEUU, ha sido ya catalogada como el mayor de los villanos. Como moneda corriente, el argumento dice que China está robando los puestos de trabajo de EEUU. Una vez que esta campaña de chivo expiatorio comienza, el proteccionismo corre muy cerca por detrás. La emana pasada, senadores de ambos partidos introdujeron un proyecto de ley que podría altas tarifas a importaciones de china a menos que China ajuste su tasa de cambio. Esta medida en particular probablemente fracase, pero habrá otras. A mediados de los ´80, cuando EEUU tenía un gigantesco déficit comercial, las demandas por nuevas medidas proteccionistas se probaron imposibles de resistir (principalmente contra Japón).
El colapso la conversaciones comerciales a nivel global puede empeorar el contragolpe. Las perspectivas de que una ronda de comercio mundial ayude a limitar llamados a nuevos proteccionismo, haciéndolos parecer de mala reputación son desalentadoras, si es que hay semejante ronda o si es que tiene suficiente apoyo. Un gobierno americano que se concentra en tratados bilaterales y políticas domésticas indica enfermedad para la economía global. Y la idea que la UE quizás ejerza el liderazgo mientras América así se distrae es, desgraciadamente, irrisorio.
La humillación del WTO no sólo empeora las perspectivas económicas de los países en vías de desarrollo (así como para el resto del mundo)sino que también cambia el balance del poderío político global de pobres a ricos – quizás decisivamente, y quien sabe por cuántos años. Eso es lo que los campeones de los países en vías de desarrollo están tan ocupados celebrando.


     

 

   
  La Fracción Trotskista está conformada por el PTS (Partido de Trabajadores por el Socialismo) de Argentina, la LTS (Liga de Trabajadores por el Socialismo) de México, la LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia, LER-QI (Liga Estrategia Revolucionaria) de Brasil, Clase contra Clase de Chile y FT Europa. Para contactarse con nosotros, hágalo al siguiente e-mail: ft@ft.org.ar