Irak, Medio Oriente y Asia

El Señor Arafat Gana De Nuevo

Autor: Editorial

Fecha: 17/9/2003

Traductor: Analí T.B., especial para P.I.

Fuente: The Washington Post

Muchos palestinos entienden ahora que el Sr. Arafat nunca los llevará a lograr un Estado Palestino mediante un acuerdo de paz con Israel. Por más de un año, una rebelión contra el dirigente de más de 70 años se ha estado cocinando en la legislatura de la Autoridad Palestina. Durante el verano, una mayoría estaba preparada para apoyar a un gobierno del Primer Ministro Mahmoud Abbas, cuyo propósito explícito era el de quitarle al Sr. Arafat su autoridad sobre las fuerzas de seguridad y sobre las negociaciones con Israel. Por ende, podría parecer que un intento de Israel de matar a Arafat o expulsarlo del país ayudaría a esos palestinos reformistas y hacer posible un nuevo proceso de paz. De hecho, como lo han demostrado los acontecimientos de los ultimos días, es probable que ocurra lo opuesto.

Después de que los atacantes suicidas golpearon sobre Jerusalén y Tel Aviv la semana pasada, el gabinete israelí resolvió formalmente 'remover' al Sr. Arafat por medio de la expulsión y el asesinato, pero postergó la acción. La decisión fue un mal compromiso entre los sentimientos de la linea dura del gobierno del Primer Ministro Ariel Sharon, y la oposición de la administración Bush, que se preocupa por la potencial reacción del mundo musulmán, incluyendo a Irak. El resultado ha sido otra demostración de los efectos contraproducentes de la acción israelí contra un hombre que ha sido durante décadas un símbolo de las aspiraciones palestinas. El Sr. Arafat ha disfrutado de mucho apoyo tanto en su tierra como en el extranjero, mientras que sus críticos han sido callados. Ahmed Qureia, un negociador veterano por la paz que quería crear un nuevo gabinete reformista después de la dimisión del Sr. Abbas, ha congelado sus esfuerzos. El Sr. Arafat se ha envalentonado tanto que ha desplegado una supuesta iniciativa de paz propia, tomando el terreno diplomático que tanto Israel como la administración Bush le habían negado.

Ni Israel ni los EE.UU. podrían tomar seriamente las propuestas del Sr. Arafat, considerando sus mentiras y compromisos rotos durante la ultima década. La única respuesta apropiada es la de reiterar que los Palestinos deberían elegir a una nueva dirigencia, y comprometerse a terminar con la violencia y empezar a negociar la paz antes de que puedan contar con la colaboración de Israel y un apoyo de Occidente. Y los palestinos mismos deben llevar adelante este cambio. Es doloroso para los partidarios de la paz de cualquier nación soportar las trabas del Sr. Arafat y contemplar la posibilidad de que podrían durar años más, mientras que tanto los israelíes como los palestinos continúan muriendo en una violencia sin sentido. Pero la intervención de Israel, sea para expulsar o matar a Arafat, sólo podrá posponer el día en que un cambio positivo llegará a la dirigencia palestina.