EEUU
Un estudio del Departamento de Estado previó los problemas que plagan hoy Irak
Autor:
Eric Schmitt y Joel Brinkley
Fecha:
19/10/2003
Traductor:
Celeste Murillo, especial para P.I.
Fuente:
New York Times
WASHINGTON, 18 de octubre –Un estudio de hace un año, realizado por el Departamento de Estado, previó muchos de los problemas que han plagado la ocupación dirigida por los norteamericanos en Irak, según documentos internos del Departamento de Estado y entrevistas con la administración y funcionarios del Congreso.
A principios de abril de 2002, un proyecto del Departamento de Estado reunió a más de 200 abogados, ingenieros, personas de negocios y otros expertos iraquíes en 17 grupos de trabajo para estudiar los temas que recorren la creación de un nuevo sistema de justicia, reorganización del ejército y renovación de la economía.
Sus hallazgos incluían una evaluación mucho más terrible del ruinoso sistema de electricidad y agua, de la que aceptaban varios funcionarios del Pentágono. Advirtieron sobre el problema de una sociedad tratada brutalmente por el gobierno de Saddam Hussein, hecho que haría que muchos iraquíes quizás no reaccionen tan bien frente a la idea de que los norteamericanos reconstruyan rápidamente la sociedad civil.
Varios funcionarios dijeron que muchos de los hallazgos del estudio, que costó 5 millones de dólares, fueron ignorados por los funcionarios del Pentágono hasta hace poco, aunque este organismo haya dicho que tomaron en cuenta esos elementos. El trabajo ahora es observado nuevamente mientras las fuerzas de la ocupación luchan por imponer la estabilidad en Irak.
El grupo de trabajo que estudia la justicia de transición se anticipó misteriosamente en pronosticar los saqueos como una de las consecuencias de la caída del gobierno de Hussein, causados en gran parte por miles de criminales puestos en libertad, y recomendaba a la fuerza prevenir el caos.
"El período inmediatamente posterior al cambio de régimen quizás ofrezca a estos criminales la oportunidad de participar en asesinatos, robos y saqueos", advertía el informe, instando a los funcionarios norteamericanos a "organizar patrullas militares de las fuerzas de coalición en todas las grandes ciudades para prevenir la anarquía, especialmente contra instalaciones esenciales y establecimientos claves del gobierno".
A pesar del alcance del proyecto, la oficina militar inicialmente no tomó en cuenta el informe para la reconstrucción de Irak, hasta que se dispuso en Washington un gran programa del gobierno para la misión de la posguerra a fines de febrero, menos de un mes antes de que el conflicto empezara, dijo Ron a Adams, secretario del director de la oficina.
El supervisor de la planificación, Tom Warrick, un funcionario del Departamento de Estado, impresionó tanto a los asistentes de Jay Garner, el teniente general retirado del Ejército a la cabeza de la oficina militar de la reconstrucción, que fue llamado a unirse al equipo.
George Ward, un asistente del General Garner, dijo que la oficina de reconstrucción quiso utilizar los conocimientos de Warrick porque "teníamos pocos expertos en Irak en el personal".
Pero funcionarios de primera línea del Pentágono bloquearon la cita con Warrick, y mucho del proyecto fue dejado de lado. Funcionarios del Departamento de Estado dijeron que Warrick se negó a ser entrevistado para este artículo.
El Departamento de Defensa, que tuvo un papel central en el plan de operaciones de posguerra y reconstrucción en Irak, negó haber rehuido al esfuerzo de planificación del Departamento de Estado.
"Es absolutamente incorrecto decir se ignoró este trabajo", dijo el vocero del Pentágono, Larry Di Rita. "Era un buen trabajo. Fue tenido en cuenta. Tuvo alguna influencia en el pensamiento de la gente y fue una contribución valiosa".
Los resúmenes del trabajo, llamado el Futuro del Proyecto de Irak, se han conocido ampliamente, pero surgieron nuevos detalles esta semana después de que el Departamento de Estado envió al Congreso los 13 volúmenes de informes del proyecto y documentos de apoyo, que varios comités del Congreso y el Senado habían solicitado hace algunas semanas.
Los documentos no están clasificados sino etiquetados con la leyenda "sólo para uso oficial", y no fueron pensados para la distribución pública. Pero funcionarios del Congreso de ambos partidos permitieron al New York Times revisar los volúmenes, un total de más de 2,000 páginas, revelando detalles previamente desconocidos detrás de la planificación.
Los funcionarios de la administración dicen que hubo planificación de la posguerra en varias agencias del gobierno, pero muchos de esos trabajos estaban en gran parte desconectados de los otros.
Finalmente, el ejército norteamericano y funcionarios civiles que llegaron antes a Irak se prepararon para varios posibles problemas: numerosos incendios en pozos de petróleo, una masiva crisis humanitaria, ataques extendidos como venganza contra ex líderes del gobierno de Hussein y amenazas de países vecinos de Irak. De hecho, ninguno de esos problemas ocurrió en gran escala.
Los funcionarios reconocen que los Estados Unidos no estaban bien preparados para lo que ocurrió: extendidos saqueos organizados y amenazas relacionadas con la seguridad, aún cuando el estudio del Departamento de Estado los predijeron.
Un Mayor dijo que el Pentágono desperdició una oportunidad de anticipar más de las dificultades de posguerra por no incorporar completamente la información del Departamento de Estado.
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