> 10/04 Haciendo de Irak el infierno (Asia Times)

 

Autor: Ehsan Ahrari

Fecha: 10/4/2003

Traductor: Isidoro, especial para PI

Fuente: Asia Times


El testimonio de la Asesora de Seguridad Nacional de EE.UU. Condoleezza Rice ante la Comisión del 9-11 el jueves fue un evento muy anunciado, pero rápidamente se convirtió en un no-evento. Uno tiene la sensación de que su casa se prende fuego mientras los residentes de esa casa discuten los eventos turbulentos del año pasado. Al mismo tiempo, la atención del mundo estaba remachada en el empeoramiento de la situación de seguridad en Irak – una evolución que está definitivamente conduciendo a un gran fiasco. Las preguntas del momento ahora son, ¿quiénes estarán a cargo del gobierno en Irak el 30 de Junio; quiénes arriesgarán sus vidas para convertirse en reemplazantes de los ocupantes americanos en Irak cuando la situación se estabilice luego de que muchos cientos de iraquíes sean muertos y muchas mezquitas y otros sitios sagrados sean demolidos?

Este es el fin de la moderación política y de cualquier perspectiva de civilidad que hayan existido en Irak. Este es un fin a la ficción de que Irak estaba, de hecho, liberado. Liberado del dominio brutal de Saddam Hussein, para convertirse en un lugar que se parece cada vez más al infierno. La administración del Presidente George Bush de EE.UU. está enfrentando una situación de catch-22 ahora. Las fuerzas de EE.UU. tienen que permanecer en Irak, ya que nadie sabe que será de Irak si se van. Al mismo tiempo, si las tropas americanas se quedan, estarán combatiendo el antiamericanismo en cada esquina. Que lío, por cierto.

La noticia de lo campos de batalla de Irak es que el ejército de EE.UU. esta ahora combatiendo a los chiítas en el sur y a los sunitas en el norte. La guerra de dos frentes comenzó, mientras del Secretario de Defensa Donald Rumsfeld niega que la situación se está saliendo de control. La rabia iraquí contra las fuerzas de ocupación está creciendo en un momento en que los Estados Unidos están mostrando cada vez más su determinación de quebrantar todas las manifestaciones de extremismo a través del uso de la “fuerza abrumadora”. Parece que la moderación política entre los chiítas, si no ha muerto aún, enfrenta una cierta muerte.

La Autoridad Provisional de la Coalición (Coalition Provisional Authority, CPA. NT) conocía bien que Muqtada al-Sadr no era amigo de los Estados Unidos. Se resentía amargamente por la presencia de las fuerzas de EE.UU. en Irak, y los quería fuera de su país. Lo que prefería, en cambio, era la creación eventual del sistema de vilayat-e-faqih (gobierno de la clerecía) a la Iran en Irak. La mejor estrategia para tratar con el era lo que la CPA estaba hacienda – ignorarlo.

Tras la muerte el 12 de Abril, 2003, del Ayatolá Abdul Majad al-Khoei, hijo del Gran Ayatolá Abdul-Qasim al-Khoei – quien era considerado un amigo de Occidente, y estaba para servir como una herramienta de legitimación de la ocupación de Irak por EE.UU. – la atención de la CPA se volcó hacia el Gran Ayatolá Ali –al-Sistani. Pertenece a la escuela quietista del islam chiíta que cree en la separación entre religión y política. La idea de EE.UU. era que podrían contar con el para conseguir un apoyo a su ocupación, o por lo menos su “cilenciosa” aprobación a través de la práctica del quietismo.

Rápidamente Sistani despojó a la CPA de su grandiosa idea articulando su propia estrategia. La esencia de esa estrategia es que el sólo estaba interesado en usar las propias predilecciones de América por la democracia para establecer un sistema democrático donde los chiítas sería el grupo gobernante dominante. Por eso continuó insistiendo en tener elecciones, y pronto. La baja consideración de Sistani por la CPA estaba sólo remarcada por el hecho de que quería que las Naciones Unidas le aseguraran que, dadas las complicaciones logísticas implicadas, el mantenimiento de elecciones directas para Junio era imposible.

Luego estaba la cuestión de las rivalidades intra chiítas. Muqtada al-Sadr es el portaestandarte de una perspectiva enteramente diferente, que se consumía en el fuego de la juventud e inexperiencia, y estaba conducida por su fiera retórica de antiamericanismo. Su antiamericanismo no tenía la sofisticación, el pragmatismo, o la visión mediata del tipo de antiamericanismo de Sistani. Muqtada despreciaba el pragmatismo de Sistani – que era una de las rezones para que el ultimo continuara tolerando la presencia de las fuerzas de EE.UU. y todo lo que viene por añadidura – como apaciguamiento ante los ocupantes de EE.UU. Es bastante posible que la oposición de Muqtada a Sistani esté también guiada por su deseo personal de emerger como un gran líder chiíta, especialmente dado que se considera como el legitimo heredero del legado de su legendario padre, el Gran Ayatolá Mohammed al-Sadr, quién fuera muerto por los asesinos de Saddam Hussein.

Descuidando estas tensiones intra chiítas, la CPA tuvo éxito en manejar al tigre iraquí adoptando una política de dos puntas: ignorar a Muqtada, mientras hacía ajustes políticos necesarios para acomodarse a las demandas de Sistani. Sin embargo, la CPA decidió liberar al tigre cuando cerró el periódico al-Hawza de Muqtada hace una semana, basándose en que incitaba a la violencia. Cuando Muqtada elevó su antiamericanismo, la CPA lo declare un “forajido”. Muqtada interpretó esa decisión como una declaración de guerra de EE.UU. y llamó a sus seguidores del Ejército Mahdi a aterrorizar a los ocupantes. En su mente, su propio llamado es a convertirse en un mártir defendiendo el legado y la leyenda de su padre y tío.

Por su parte, la CPA parece haber tomado una decisión de no estar más interesada en tratar con Muqtada cautelosa o pragmáticamente. Esa decisión podría haber sido tomada en tandem con la decisión de “pacificar” Fallujah. Ahora la guerra de dos frentes está intensificándose. Los americanos tienen un entendimiento bastante simplista de la cultura árabe. Semejante entendimiento sigue la línea de que los árabes sólo entienden el lenguaje de la fuerza. Eso es lo que sucede cuando los matices de una antigua cultura son empaquetados en resumenes simplistas para los tomadores de decisiones de alto rango. Esos resúmenes se especializan en reducir ideas complejas a afirmaciones de rótulo, así los agentes top deben ser capaces de convencer al público americano de que realmente entienden las intrincaciones de la cultura árabe. De ese modo el uso de la fuerza – fuerza abrumadora, vale decir – parece estar en las cartas.

Bajo estas circunstancias, Sistani no tiene más opción que condenar las acciones de EE.UU., lo que hizo. Sus perspectivas moderadas pueden estar perdiendo mucha simpatía entre los chiítas. Lo que suceda con Muqtada en los próximos días a semanas determinará el curso del humor político en Irak. Rumsfeld ha descrito burlescamente al Ejército Mahdi de Muqtada como sólo implicando a unos pocos cientos hasta mil y algo de seguidores. De lo que no se da cuenta es que la muerte potencial de Muqtada en manos de tropas de EE.UU. engrosará su número de la noche a la mañana.

Mientras Irak se acerca a parecerse al infierno, el establishment de seguridad nacional de EE.UU. medita sobre que pasó de malo antes de los atentados del 11 de Septiembre, 2001. Tan importante como es esa cuestión, los Estados Unidos en realidad deberían estar pensando sobre como recortar su numero de bajas y transferir la autoridad en Irak a la ONU. Nada indica una meditación seria a lo largo de estas líneas.

Ehsan Ahrari, PhD. Es un analista estratégico independiente basado en Alexandria, Virginia, EE.UU.

Publicado el 10 de Abril, 2004


     
 

 

   
  La Fracción Trotskista está conformada por el PTS (Partido de Trabajadores por el Socialismo) de Argentina, la LTS (Liga de Trabajadores por el Socialismo) de México, la LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia, LER-QI (Liga Estrategia Revolucionaria) de Brasil, Clase contra Clase de Chile y FT Europa. Para contactarse con nosotros, hágalo al siguiente e-mail: ft@ft.org.ar