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El invasor imperialista en las afueras de Bagdad

Nicolás Miranda, Integrante de Clase contra Clase (FT-Chile)

06/04/03

Después de que Estados Unidos (EUA) perdió momentáneamente la iniciativa táctica, tras una inesperada resistencia en forma de guerra de guerrillas que los llevó a cierta confusión, los sorprendió, y los obligó a un cambio de sus tácticas sobre la marcha, EUA parece haber retomado, también momentáneamente, la iniciativa táctica. Su principal logro fue haber encontrado una brecha en las líneas defensivas irakíes alrededor de Bagdad, lo que se conoce como la "Zona Roja", que se preanunciaban atemorizadamente como ferozmente posicionadas y no muy fácilmente penetrables. Fue un impacto táctico importante. Saddam Hussein saliendo a las calles, destrozó con un solo paseo este impacto táctico, retomando la iniciativa las fuerzas irakíes. La posterior entrada en Bagdad, que fue al centro de la ciudad según el mando estadounidense y a la periferia según el irakí y algunos medios de prensa, fue una demostración de fuerzas que pretendía atemorizar con su presencia y mostrar que mantienen la iniciativa, y el ataque a las tropas invasoras estacionadas en el aeropuerto por los combatientes irakíes que terminó por expulsarlas al menos parcialmente y por el momento, fue otra prueba de fuerza en sentido contrario. El clima en los medios de comunicación, y entre los comandantes imperialistas, es de satisfacción y mayor confianza, las burguesías imperialistas ya están discutiendo cómo repartirse el botín. Creemos que es, como mínimo, apresurado. Aún hay que seguir planteándose la derrota militar y política del imperialismo.

 

La toma del aeropuerto, la entrada a Bagdad y el cuadro total

 

La toma del aeropuerto significó encontrar una brecha en la línea defensiva irakí. La velocidad de esta acción sorprendió tanto como antes habían quedado sorprendidos los invasores imperialistas con la combatiente resistencia que encontraron y que no esperaban recibir. Esto cambió el péndulo del curso de la guerra de la última semana. Inmediatamente, la salida a las calles de Saddam Hussein, volvió a hacer girar el péndulo: fue un símbolo de la resistencia irakí aún en pie. La posterior entrada en Bagdad de tanques estadounidenses, nuevamente desplazó el péndulo a su favor. La feroz resistencia que encontraron (más allá de las bajas que uno u otro bando admite), fue la resistencia irakí en acción, aún siendo tomados por sorpresa. Lo claro es que estos giros pendulares, que se dan en cuestión de horas, muestran que ninguno de los dos bandos mantiene absolutamente a su favor la iniciativa, y que ninguno de los dos bandos tiene aún definida su estrategia para los decisivos combates que se están preparando.
Pero en estas escaramuzas por definir ambas situaciones, ambos bandos cuentan con importantes debilidades e importantes ventajas, que podemos observar tratando de mantener el cuadro total de los campos de batalla.
El invasor imperialista aún debe combatir en las principales ciudades. Aunque asegura haber logrado cierto control en Najaf, Nasiriyah y Umm Quasr, y según las insistentemente mentirosas fuerzas británicas, también en Basra, todavía no aseguran el control y deben seguir combatiendo en Karbala, Hillah, Khindiya, Iskandiriya, Ash Shatra, Az Subair, Shuk- al- Zujuh. Lo importante de esto es lo siguiente: la retaguardia no está asegurada. Las columnas de abastecimientos, aunque reforzadas, aún son un blanco factible para la resistencia irakí. Según algunos informes, las milicias irakíes cuentan con 30.000 combatientes en estas ciudades. Junto con esto, aún no pueden abrir un segundo frente Norte, que significó que los irakíes pudieran desplazar tropas desde Mosul hacia Bagdad, permitiendo concentrar sus fuerzas. Más grave aún, se plantean preocupados que, en caso de colapsar las débiles fuerzas irakíes que allí quedan, varios de cuyos soldados se habrían rendido, no podrían asegurar el control de esa región debido a que cuentan tan sólo con una fuerza de 2.000 hombres, no pudiendo recurrir a los kurdos aliados por el momento a EUA debido a que incitaría a los turcos a ingresar a Irak, rompiendo la alianza con los kurdos que se dirigirían a enfrentar a las tropas turcas. De igual modo, aunque con los días previos de intensos bombardeos que dicen haber destruido el 50% de la capacidad de combate de dos divisiones de la Guardia Republicana (la Bagdad y la Medina), no han podido evitar el repliegue a Bagdad para su reconcentración y fortalecimiento de las líneas de defensa, que era uno de sus objetivos centrales de estos días previos a la entrada al aeropuerto.
Estas debilidades son las que pretende explotar el mando militar irakí. Pero también la resistencia irakí tiene una serie de desventajas, aún en los términos en que ellos han planteado el combate, o sea, dejando de lado las desventajas en armamentos, etc. Creemos que fundamentalmente son tres: Una, la táctica de cercar las ciudades y matar de hambre y de sed a sus habitantes, que debilita la voluntad de resistencia. Dos, sobre esta base, el decreto emitido, aparentemente, por el ayatollah Al Sistani, llamando a no resistir al invasor, que según algunos habría tenido efectos reflejados en la entrada de los británicos en Basra. Tres, el cerco de los países árabes pro estadounidenses contra Irak, como el caso de Egipto que respondió al pedido de EUA de expulsar a los embajadores irakíes, que puede ser una tendencia a una mayor represión a los movimientos de masas en las calles a favor de Irak, intentando debilitarlos.
Estas debilidades son las que pretenderá explotar el mando militar del invasor imperialista.

 

La necesidad de definir una estrategia

 

Explotar la debilidad ajena maximizando las ventajas propias, parecen ser las tareas de las próximas horas. El mando irakí, ha llamado a la lucha de los pueblos árabes contra los gobiernos pro estadounidenses, y a una "guerra santa" del pueblo irakí contra el invasor imperialista y también de todos los árabes (ya hay 4.000 mujayidines de distintos países árabes en Irak). En defensa propia, regímenes burgueses como el del Baath, que en el pasado pactaron con el imperialismo (como Irak con EUA en su guerra contra Irán), pueden girar momentáneamente en este sentido, sin cambiar su naturaleza de regímenes burgueses opresores y explotadores (y que hoy mismo puede verse, por ejemplo, en su silencio sobre el pueblo kurdo, en vez de buscar proclamar su derecho a la autodeterminación nacional buscando romper su alianza con EUA, mostrando que sus llamados a la lucha al pueblo irakí y a los pueblos árabes es en función de considerarlos carne de cañón y masa de maniobra). Al mismo tiempo, sigue planteando el terreno en términos de una guerra de guerrillas, tratando de provocar la lucha urbana que a toda costa quiere evitar EUA, aunque para ella se prepare: intensificar el uso de atacantes suicidas, parte de una trágica tradición árabe de los últimos años, es una muestra de ello. La guerra de guerrillas, puede neutralizar la superioridad tecnológica y armamentística imperialista. Junto a esto, es conciente de la debilidad en la retaguardia de EUA, y proclama la necesidad de atacarlo en las ciudades del Sur de Bagdad y en sus líneas de abastecimientos. La estrategia irakí, está definiéndose en el sentido de intensificar la forma de la guerra de guerrillas, aparentemente no en términos tan sólo defensivos, sino incluso en términos ofensivos y manteniendo la iniciativa, como la recuperación del aeropuerto de Bagdad pareciera mostrar.
El mando estadounidense, se está preparando para la guerra de guerrillas y la lucha urbana. Muchos de sus hombres están siendo entrenados por el asesino ejército sionista de Israel, experto en el tema en su lucha contra el pueblo palestino. Entre las lecciones que les transmiten , está la técnica de ir en tropel escalando en las acciones, con pequeñas unidades moviéndose en zigzag, infiltrándose al centro de la ciudad y atacando desde ahí hacia las afueras, desapareciendo constantemente para reaparecer en lugares distintos atacando de nuevo desde diferentes ángulos para desorientar a los defensores, sin circular por las calles si no saltando de hoyo en hoyo previamente realizados y protegidos por francotiradores propios previamente establecidos. Tiene dos alternativas centrales, previo a esto: Una, avanzar rápido a destruir la defensa de la ciudad haciendo colapsar al mando y tomándose la ciudad. Dos, diferir el ataque principal (más allá de mantener la presión con ataques parciales y focalizados, e incluso tomándose algún sector de la ciudad y proclamarlo "liberado") y concentrarse en las ciudades a su retaguardia que terminen de alentar el esperadísimo levantamiento chiíta, esperando a su vez abrir un frente Norte y esperar el refuerzo de la famosa 4ª División, que entraría en un Bagdad debilitado y totalmente aislado.
Para no perder la iniciativa, y no permitir que la mantengan los irakíes, probablemente se inclinen por la primera opción, que seguramente contenga elementos de la segunda. Además, según analistas militares estadounidenses, no hará falta esperar a la 4ª División, porque la campaña aérea los debilitó, dicen haber sido exitosos y veloces en llegar hasta Bagdad, los mandos militares se supieron adaptar rápidamente a las condiciones de guerra que impuso Irak con su guerra de guerrillas, y las tropas no están atemorizadas ante estas condiciones. Para este escenario, barajan tres alternativas: 1) entrar a Bagdad en una forma de guerra relámpago urbana dirigiéndose a los centros de comandos centrales, quebrándolos y reduciendo la lucha calle por calle con sus mandos fracturados; 2) el llamado "ataque deliberado" que significa no un ataque relámpago, sino un esfuerzo metódico para destruir pieza por pieza la defensa irakí; 3) el "modelo Basra", cercar la ciudad hasta quebrarlos por el hambre y la sed, manteniendo un paso para la huída de civiles y tal vez ocupando un sector que se proclamará liberado con el objetivo de debilitar políticamente a Saddam Hussein y desmoralizar a la resistencia. Para todo esto, se requerirá de más tropas. Y esta necesidad, explotó en las tensiones entre los comandantes y Rumsfeld, cuestionándolo por no haber enviado más tropas y pensando más en imponer su nueva doctrina militar que en la invasión a Irak. Lo que significa un relativo quiebre del máximo mando estadounidense. Al mismo tiempo, las divisiones se reflejaron en otro terreno: el de sus cálculos sobre la reconstrucción de Irak, intentado repartirse la presa antes de terminar de cazarla: el Pentágono quiere gobernadores militares, el Departamento de Estado quiere un gobierno provisorio con irakíes y bajo el paraguas de la ONU en su rol de ayuda humanitaria; a su vez Europa, Inglaterra incluida, quiere un rol más protagónico para la ONU (o sea, para los intereses de los monopolios imperialistas europeos), y EUA (Pentágono y Depto. de Estado juntos), para los monopolios imperialistas estadounidenses. En resumen, creemos que los invasores imperialistas, más que contar con un abanico de opciones para "elegir" la forma de su victoria, no pueden definir aún su estrategia para las decisivas batallas que se preparan, lo que debilita enormemente su superioridad tecnológica y armamentística, que, como en otro artículo dijimos, están al servicio de las definiciones estratégicas y tácticas, que es donde pueden cobrar su eficacia.
El cuestionamiento sobre el número de tropas necesario para el tipo de guerra que deberá enfrentar EUA- y que es un terreno que impuso la resistencia Irakí y no el invasor imperialista- no es menor. Distintos analistas rusos ven en sentido opuesto las posibilidades de una guerra de guerrillas como se la plantean los mandos irakíes. Para unos, el repliegue en la ciudad obliga a recurrir sólo a la defensa de una fortaleza, reduciendo la efectividad de combate. Para otros, los condenados son los estadounidenses, obligados a estacionarse alrededor de la ciudad, mientras que los irakíes mantienen posibilidades de maniobra, pudiendo atacar los flancos y la retaguardia. Esto último puede ser así si las tropas no son suficientes. Hay que considerar que Bagdad tiene una extensión de 45 km2 que los 70 mil efectivos estadounidenses que hay no podrían cercar. El clima de optimismo de los medios de comunicación imperialistas, de los mandos militares, y de sus burguesías es, como mínimo, apresurado.
Pero tal vez todo esto no sea la clave definitiva.

 

La resistencia popular contra el invasor imperialista

 

La entrada en Bagdad fue calificada por los periodistas y los mandos militares imperialistas como un "caos organizado". Es una visión desde la Academia militar, que podría pretender encontrar fuerzas regulares en formación actuando más o menos según lo esperable. La clave de la fuerza de la resistencia irakí, no reside tanto en las habilidades tácticas de los mandos militares del régimen burgués del Baath, sino en que puede actuar sostenido en un pueblo que resiste la invasión imperialista, aún odiando temerosamente o no a su régimen burgués opresor. El otro lado de los comentarios, es el de los soldados estadounidenses entrevistados que relataban con pavor la furia fanática de los irakíes contra el ataque.
Fortalecer la lucha y la resistencia popular contra la invasión imperialista, armando al pueblo, permitiendo su autoorganización militar, es la clave de la victoria. Y también, la amenaza objetiva de arrasar en este camino a estos regímenes burgueses opresores. Ante esto, el otro sector de las clases dominantes de los regímenes burgueses árabes, los dirigentes religiosos musulmanes, como el ayatollah irakí Al Sistani, o el máximo líder musulmán de Egipto, están llamando a no resistir al invasor imperialista y condenando a Saddam Hussein para debilitarlo ante los pueblos mayormente musulmanes. Trabajan para el invasor imperialista, y tal vez pueda servir para empezar a erosionar el dominio de este poderoso "opio de los pueblos" en su envase musulmán. El punto es que aún no resultan exitosos. Aumentar las acciones internacionalistas de la lucha contra la guerra de los trabajadores y los pueblos del resto del mundo, será decisivo en las batallas que se avecinan. La vitalidad combativa del pueblo irakí, sigue siendo la clave de una todavía posible derrota militar y política del imperialismo estadounidense, que muchos siguen dando por imposible. Creemos que apresuradamente.

 

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