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El cuerpo de las mujeres se convierte durante los conflictos bélicos en el depósito de lo peor que puede tener la humanidad, coincidieron hoy especialistas en el tema mujeres y guerra, participantes en el programa Público y Privado, la primera producción radiofónica de Cimacnoticias.
La embajadora eminente de México, Aída González Martínez, destacó que las violaciones sexuales, los embarazos forzados, la desnutrición, la pobreza y la violencia, son las principales violaciones a los derechos humanos femeninos en las guerras.
La también, ex coordinadora de Asuntos Internacionales de la Mujer de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), indicó que las mujeres no hacen la guerra, pero sí la sufren de “forma especial” porque además de padecer todo tipo de violencia, al quedarse solas se convierten en las proveedoras y responsables de sus familiares, hijos e hijas.
González Martínez consideró que a pesar de que las violaciones sexuales y lo embarazos forzados son considerados por el estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI) como crímenes de lesa humanidad, la violencia sexual contra las mujeres durante los conflictos armados sigue siendo un arma de guerra.
En su turno, la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Diana Goldbel, recordó que sólo en Bosnia, 200 mil mujeres fueron violadas por el ejército Serbio como una “constancia” de su victoria.
Recordó que en las 30 guerras que se han librado en Africa desde 1970, las mujeres fueron “en forma criminal” infectadas de SIDA, con el objetivo de contaminar a la población.
Respecto a la guerra de Estados Unidos contra Irak que inició el pasado 19 de marzo, Goldbel estimó que cinco millones de iraquíes saldrán de su país para convertirse en refugiados, lo cual, calificó como un riesgo para su seguridad.
Goldbel indicó que ACNUR no puede facilitar la salida de la población civil de Irak, por lo que las mujeres corren el riesgo de quedar en medio de los bandos enemigos y sin acceso a alimentos y medicinas.
Destacó que la labor del organismo se limitará a solicitar a los países vecinos que no cierren sus fronteras para que una vez fuera de Irak, proporcionarles ayuda humanitaria.
En muchas ocasiones los campos de refugio son “trampas de muerte”, ya que en estos lugares no tienen acceso a anticonceptivos, las desnutrición es tal que muchos niños y niñas naces para morir de hambre unos años más tarde.
En este sentido indicó que ya cuentan con 900 mil cobijas, 64 mil tiendas de campaña familiares y 360 mil toallas sanitarias, además de servicios de salud y alimentos para atender a las 600 mil familias que se estima, saldrán de Irak en los días próximos.
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