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La guerra contra el régimen de Saddam Hussein terminó con la caída de Bagdad, pero la guerra que los conservadores estadounidenses contra las estrellas de Hollywood que manifestaron públicamente su rechazo a la intervención militar en Irak recién está empezando. Eso demuestra el sitio de Internet www.celiberal.com, exclusivamente montado para atacar a un único target: “Los liberales de Hollywood”. La página no sólo identifica a las celebridades de filiación liberal (“celiberals”), sino que, además, publica una "lista negra" que agrupa los nombres de aquellos actores, directores, músicos e intelectuales que se opusieron abiertamente a la invasión y llaman a boicotear sus películas, sus discos y sus libros. “Aporreamos con orgullo a esos famosos liberales de Hollywood que no tienen nada mejor que hacer que quejarse de los Estados Unidos y atacar a los valientes hombres y mujeres que defienden nuestra forma de vida", afirma el sitio.
"Hacemos todo lo posible para exponerlos mostrando lo que realmente son: hipócritas elitistas ávidos de dinero que aprovechan injustamente su popularidad para expresar sus opiniones", agrega la página. En la lista negra, que alguna relación tendrá con la nómina de estrellas que podrían ser “raleadas” por haberse opuesto a la ola pro violencia que reina en los EE.UU. desde los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono, figuran, entre otros, Barbara Streisand, Dustin Hoffman, George Clooney, Julia Roberts, Martin Scorsese, Oliver Stone, Richard Gere, Sean Penn, Gore Vidal, Martin Sheen, Madonna y Susan Sarandon. Otra lista, en la que aparecen Pamela Anderson, Bruce Springsteen y Leonardo DiCaprio, reúne a los que no dijeron nada pero se quedaron con las ganas y una tercera, “the righties”, lista a los que estuvieron (o estarían) a favor, entre ellos, Britney Spears, Bruce Willis y John Travolta.
El sitio, que también ofrece artículos de prensa en las que ellos y otros tantos colegas formularon declaraciones antibélicas, llama directamente a boicotear “cualquier cosa que lleve sus nombres”. Los argumentos son bastante simples: "Queremos que sepan que cada vez que hacen comentarios controvertidos no están hablando por todos los norteamericanos. ¿Cómo les comunicamos nuestro rechazo? Dejando de comprar o alquilar sus películas, sus discos, sus libros y todos aquellos productos y servicios que anuncian", agrega la página. Varias estrellas del espectáculo admitieron haber recibido cartas amenazadoras y fuertes críticas del público tras haberse manifestado contra la guerra y haber cuestionado al presidente estadounidense, George W. Bush. El actor Martin Sheen, por ejemplo, dijo que la cadena NBC fue presionada por muchos telespectadores para que lo echara de la serie "The West Wing".
Los actores Susan Sarandon y Tim Robbins tuvieron que anular varios actos anti bélicos en los que tenían previsto hablar y Sean Penn, incluso, dijo que su oposición a la guerra le costó un papel en una película. Por su parte, en una decisión que resultó escandalosa, Madonna canceló el estreno de su último video, marcadamente anti guerra, y Dustin Hoffman optó por anular un discurso que tenía previsto pronunciar ante un foro pacifista, en Los Angeles, EE.UU.. El sindicato de actores de cine y televisión estadounidense (SAG, por sus siglas en inglés) llegó a divulgar un comunicado en el que rechazó “la más mínima intención de imponer listas negra alguna de parte de los estudios de cine”. Sin embargo, poco se puede hacer para torcer la opinión de parte del público, enfurecido dirigido por sitios conservadores como unos boicoteos que muchas estrellas consideran como una violación de su liberad de expresión.
Fuente: AFP
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