EEUU

Elecciones 2004: ¿Quedará afuera la Costa Oeste?

 

Autor: Marc Sandalow

Fecha: 8/3/2004

Traductor: Celeste Murillo, especial para P.I.

Fuente: San Francisco Chronicle


Bush y Kerry chocarían en el Medio Oeste, no en California

Aún con la enorme victoria de Kerry en las primarias y el viaje del presidente Bush al estado la semana pasada, California no se perfila como un estado clave para la pelea de la elección presidencial del 2004.

Estrategas de Bush y Kerry están elaborando el plan para la campaña presidencial de ocho meses, centrada en varios estados del medio oeste -Ohio, Michigan, Missouri, Minnesota, Wisconsin- así como Florida (donde Kerry estará haciendo campaña hoy), Pennsylvania, New Hampshire, Nueva México y quizás West Virginia y Arizona.

Cualquier escenario en el que California esté dividido en noviembre estará relacionado con una victoria fácil de los republicanos en la elección nacional. Cualquier escenario en el que la elección nacional esté muy dividida tiene que ver con una victoria sencilla en California de los demócratas.

Un mejoramiento de la economía o una subida de la popularidad de Bush que haga posible una victoria republicana en California, seguramente pese primero en los estados importantes del medio oeste a favor de Bush. Así como el Oeste estuvo en un plano secundario en el cronograma de las primarias, el Pacífico no será el eje de la elección general.

Esto explica por qué es difícil encontrar avisos televisivos de Bush en California, por qué el Air Force One (el avión presidencial, N de T) estuvo más tiempo en Milwaukee, Cincinnati y Filadelfia, que en Los Angeles, San Francisco o Seattle, y por qué Kerry invirtió fuertemente en las primarias de Ohio el Super Martes.

“Si Bush necesita California, no va a ganarlo. Si la gana, no va a necesitarlo”, dijo Gary Jacobson, un profesor de ciencia política de la Universidad de San Diego.

No importa cuántas veces Bush o Kerry visiten el estado, no existen circunstancias razonables bajo las cuales el resto del país divida sus votos de manera uniforme, dejando que los votantes de El Cerrito o El Centro decidan qué partido llegará a la Casa Blanca. Los 55 votos electorales de California serán base fundacional demócrata, o una sorpresa que allane el camino de los republicanos.

El mapa electoral del 2004 ubica a Bush en una posición potencialmente más fuerte que hace cuatro años. Desde la elección del 2000 -en la que Bush ganó con 271 votos electorales contra los 266 de Al Gore (un miembro elector colegiado se abstuvo)- 18 estados han ganado o perdido votos electorales, con las mayores ganancias en los estados que Bush ganó. Si Bush ganara los mismos estados que ganó en el 2000, su liderazgo electoral se extendería a 278 contra 260 electores.

Eso significa que Kerry, senador de Massachussets, debe mantener todos los estados que ganó Gore y agregar algún estado grande como Ohio, Missouri o Florida o varios pequeños (ganar New Hampshire y West Virginia pondría a Kerry en un apretado 269 a 269 con Bush y arrojaría la elección al Congreso controlado por los republicanos). Si Bush puede ganar en Wisconsin, donde Gore ganó por 5,708 votos, o en Nueva México, donde Gore ganó por sólo 366 votos, acolchonaría su victoria electoral.

La pequeña diferencia de la elección del 2000 permite ver oportunidades para ambos lados. Hay 18 estados donde Bush ganó o perdió por seis puntos o menos, planteando un áspero mapa de dónde estará la pelea en la campaña del 2004. Algunos de esos estados parecen ser menos competitivos en el 2004. Tenessee, por ejemplo, donde Gore jugaba de local y aún así favoreció a Bush por cerca de 80,000 votos, se espera que sea suelo firme para Bush. Washington, donde Gore ganó por 139,000 votos, y Oregon, donde logró una victoria por 6,765 votos, se espera que sean territorio de Kerry en noviembre.

La campaña de Bush empezó con nuevos avisos televisivos el jueves, con música e imágenes coloridas, tratando de mejorar la imagen del presidente en al menos 17 estados. Los avisos estarán al aire en lugares donde el estratega de campaña de Bush, Matthew Dowd, dijo que alcanzarán a los “demócratas blandos y a los independientes”. Eso aparentemente no incluye California, donde los residentes sólo podrán ver los avisos si tienen sistema nacional de TV por cable, donde aparecerán.

Los republicanos insisten que están haciendo de California una prioridad, argumentando que la elección del gobernador Arnold Schwarzenegger prueba que un republicano puede ganar una elección en todo el estado. Los aliados de Bush señalan que los californianos, como otros norteamericanos, apoyaron al presidente después de los ataques del 11 de septiembre. Dicen que los latinos apoyan a Bush en mayor medida de lo apoyan a otros candidatos republicanos, y si la economía empieza a mostrar fuertes signos de recuperación para finales del verano, California puede votar a los republicanos como lo hizo en seis elecciones consecutivas antes de 1992.

“California está definitivamente en juego, y tenemos una oportunidad real de ganar este estado en noviembre, y vamos a invertir nuestro dinero en esto”, dijo Ed Gillespie, presidente del Comité Nacional Republicano.

En privado, varios funcionarios republicanos de ambas costas dicen que todavía hay que tomar decisiones sobre cómo competir en California, pero el equipo de Bush, alentado por la victoria de Schwarzenegger la semana pasada, mantiene sus opciones abiertas en su “estado dorado”.

El presidente del partido republicano en California, Duf Sundheim, dijo que la gente registrada para su ppartido ya había subido a 250,000 desde el año pasado, y esperaba agregar 400,000 votantes a sus filas antes de la elección de noviembre.

Los demócratas no le dan más importancia al interés republicano en California que la de una estrategia, destinada a recaudar dinero, ayudando a construir el apoyo del partido republicano a sus candidatos más allá de la elección -como Bill Jones, que está desafiando a la senadora demócrata Bárbara Boxer- y forzando a los demócratas a gastar sus recursos en California.

“Por la existencia de Arnold, tratarán hacerlo parecer como un estado competitivo”, dijo Willie Brown, el ex intendente de San Francisco y veterano en la política de California.

Pero Brown dijo que no creía que los republicanos tuvieran ilusiones de realmente ganar los 55 votos electorales del estado. En la campaña del 2000, Gore derrotó fácilmente a Bush por 54% a 42% en California.

“Lo harán para beneficiar a su candidato al Senado, sus candidatos a la Asamblea (electoral, N de T), y para acorralar a los demócratas”, dijo Brown.

Los demócratas señalan que Schwarzenegger, a diferencia de Bush, es pro-derecho al aborto, pro-control de armas, pro-derechos gay y tiene una buena imagen frente a los ambientalistas.

"No pueden creer eso seriamente, ni en su imaginación más alocada, que un presidente anti-derecho al aborto, anti-ambiente, pro-guerra, pro-armas puede ganar en California. Simplemente no puede suceder", dijo el presidente demócrata del estado Art Torres. "Es un juego (para los republicanos), porque tienen dinero suficiente para tirar. (Bush) recaudó suficiente dinero...como para obligarnos a gastar el nuestro, aún cuando saben que no pueden ganar California".


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